Los nuevos aranceles de Trump: ¿un tiro en el pie o una táctica negociadora?

Guerra Comercial

Los nuevos aranceles de Trump: ¿un tiro en el pie o una táctica negociadora?

Los analistas señalan que en el peor de los casos Wall Street podría volver a mínimos de 2018 y la economía estadounidense entraría en recesión en víspera de unas nuevas elecciones.

Donald Trump

El pasado domingo, el presidente de EEUU, Donald Trump, sorprendía con unos incendiarios tweets en los que anunciaba que la mayor economía del mundo elevará a partir de este viernes al 25% los aranceles sobre importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares. El anuncio causó un auténtico shock en unos mercados que habían dado por superadas las tensiones comerciales, y ha dejado a los analistas preguntándose qué ocurrirá a partir de ahora.

El anuncio fue una “completa sorpresa” reconoce Yves Bonzon, director de inversiones de Julius Baer. “Nuestra hipótesis de trabajo desde el principio de esta disputa comercial ha sido que Donald Trump aceptaría un acuerdo al final”, señala el experto. “Especialmente este año, en el período previo a las elecciones presidenciales de 2020, no puede permitirse el lujo de correr el riesgo de una recesión en EEUU el próximo invierno”.

“La situación es difícil de manejar ya que sus verdaderas intenciones sólo son conocidas por él”, reconoce Bonzon en referencia a Trump. “Si persiste la incertidumbre, en el peor de los casos, el mercado norteamericano podría devolver todas sus ganancias desde el mínimo de 2018”, llevando al índice S&P 500 a niveles del entorno de los 2.400 puntos, unos 500 enteros por debajo del actual.

Además, “podría ocurrir una recesión el próximo invierno en EEUU”, asegura el experto de Julius Baer, una situación que contrastaría con el robusto crecimiento de un 3,2% registrado en el primer trimestre del año. “Por esta razón, el escenario más probable sigue siendo que Donald Trump esté jugando con tácticas y que se alcanzará un acuerdo en los días venideros”, avisa Bonzon. No obstante, “si los chinos interrumpen las negociaciones, la incertidumbre persistirá y los riesgos aumentarán”.

Más prudentes son los analistas de ABN Amro Bill Diviney y Arjen van Dijkhuizen, que señalan en un informe que “el impacto directo sobre el crecimiento es poco claro”, dado que las importaciones chinas representan sólo el 2,5% del PIB de EEUU, que una tasa arancelaria del 25% es “difícilmente prohibitiva” y que habría factores de compensación (por ejemplo, desvío del comercio hacia otros exportadores, mayor producción nacional). Para China, el impacto directo en el crecimiento “sería más significativo”, ya que EEUU es el mayor destino de las exportaciones chinas (un 22% del total).

Sí habría que tener en cuenta que “la experiencia de 2018, en la que se produjo un descenso significativo del crecimiento del comercio mundial y un estancamiento de la producción manufacturera mundial, podría ser ilustrativa de los efectos indirectos más perniciosos, en particular a través de las condiciones financieras y los canales de confianza de las empresas”. De darse este caso, “probablemente nos obligue a revisar nuestro escenario base de una recuperación del crecimiento mundial en la segunda mitad de 2019”.

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