El juez del caso Tándem, Manuel García-Castellón, la Fiscalía Anticorrupción y los agentes de Asuntos Internos de la Policía cuentan con una prueba de gran relevancia para confirmar los presuntos chanchullos del comisario jubilado José Manuel Villarejo: una agenda manuscrita que fue intervenida al excomisario cuando fue arrestado en su vivienda en Boadilla del Monte (Madrid), según revela hoy vozpopuli.com.
Explica el diario online que tras la detención de Villarejo en noviembre de 2017, acusado de utilizar de forma irregular su empleo de funcionario público para sus actividades privadas, se registró su vivienda y los agentes de Asuntos Internos de la Policía “encontraron una agenda de color negro, que los policías identifican con las letras BE y el número 46, en la que Villarejo describía sus presuntos chanchullos, todos ellos aprovechando su labor policial y las relaciones con sus compañeros en la Policía”.
El citado digital desvela que “en esta agenda se incluye un apunte del excomisario en el que se alude a una supuesta reunión que este habría mantenido con el exjefe de la UDEF José Luis Olivera, en la que tuvo conocimiento de que otro mando policial, en este caso Enrique García Castaño, había instalado un micrófono en el despacho del entonces comisario general de Información, Enrique Barón”.
Y señala que los investigadores han tratado de conocer la veracidad de esta reunión y del espionaje a Barón, aunque hasta el momento no han decidido iniciar pesquisas oficiales ni solicitar que declaran como imputadas de las personas aludidas por Villarejo en la agenda.
E informa vozpopuli.com que Villarejo también plasmó en un cuaderno sus contactos con sus clientes tras recibir el encargo de asesorar al empresario Ángel Pérez-Maura para impedir su extradición a Guatemala, tal y como adelantó elconfidencial.com.
