Durante el año 2018, el 68,67% de los tenientes de la Guardia Civil (Escala de Oficiales y Escala de Oficiales de la Ley 42/99) recibió una condecoración por el trabajo realizado. Una realidad en premios que no se trasladó a los agentes de calle, donde ‘solo’ el 9,25% de los cabos y agentes fueron condecorados.
“La Guardia Civil repartió las medallas favoreciendo a los de siempre y, precisamente, no es el personal que patean las calles”, lamenta la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la organización de Guardias Civiles decana y mayoritaria en toda España.
Según datos que maneja esta agrupación, la aritmética favorables a los altos mandos se extiende a las medallas pensionadas con distintivo rojo, donde “la misma escala beneficiada en el reparto general de medallas, vuelve a ser la gran beneficiada al adjudicarse una medalla roja al 0,89% de sus componentes, mientras que, en la escala de cabos y guardias solo reciben una medalla roja el 0,06% de los agentes”.
Este sindicato denuncia los “agravios comparativos” que se producen en el reparto de medallas en la Guardia Civil desde hace años y que ningún Gobierno ha decidido atajar.
Hace poco más de dos años en el Congreso de los Diputados se debatió una Proposición No de Ley sobre concesión de condecoraciones en el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La Cámara Baja sacó adelante la propuesta con el objetivo de que la concesión de las condecoraciones y sus destinatarios fuese “transparente y en condiciones de accesibilidad al expediente por parte de los representantes sindicales en el Consejo de la Policía y los de las asociaciones en el Consejo de la Guardia Civil”.
Sin embargo, “nada ha cambiado en la Guardia Civil, salvo para peor”.
Según destacan desde la AUGC, el cambio de norma es más importante para los agentes civiles que lucir la medalla en el uniforme. “Estas condecoraciones afectan, y de qué manera, a la trayectoria profesional de los profesionales de la seguridad pública, pues marcan la diferencia a la hora de enfrentarse a un ascenso, a una vacante, en la tramitación de un posible expediente disciplinario, o para realizar un curso, y todo ello por los puntos que otros reciben gracias a medallas”.
