EEUU pone sobre la mesa una ‘Glass-Steagall’ para las grandes tecnológicas

EEUU pone sobre la mesa una ‘Glass-Steagall’ para las grandes tecnológicas

Aumentan las voces en el Partido Demócrata para que se ponga coto al poder de los grandes gigantes tecnológicos, como Google, Facebook o Amazon.

Silicon Valley

En 1933 el entonces presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt, promulgó la ley ‘Glass-Steagall’, que obligaba a los bancos a separar las actividades de banca comercial y de banca de inversión, para que no volviese a suceder una crisis como la del crack del ‘29. Casi un siglo después los demócratas recuperan la idea, pero no para el sector financiero, sino para el cada vez más poderosos sector tecnológico.

En una entrevista concedida a Financial Times, David Cicilline, jefe de la subcomisión de defensa de la competencia de la Cámara de Representantes, ha sugerido que se imponga una versión de Glass-Steagall a la industria tecnológica, sumándose a los crecientes llamamientos dentro de la bancada demócrata para que se ponga freno al poder de mercado de Facebook, Google y Amazon.

“Una de las cosas que hicimos en el área de servicios financieros es Glass-Steagall, donde se separan las funciones. Es una idea interesante si habría una manera de pensar en separar lo que hacen las plataformas frente a la gente que vende productos e información: una Glass-Steagall para las [empresas de tecnología] internacionales”, ha apuntado Cicilline al diario británico.

La aplicación de la normativa antimonopolio se está convirtiendo en una de las principales amenazas para la industria tecnológica de EEUU, a medida que los políticos y los reguladores comienzan a examinar más detenidamente si las grandes empresas de Silicon Valley están sofocando la competencia.

La semana pasada, la Comisión Federal de Comercio (FTC) anunció que crearía un grupo de trabajo para examinar la competencia específicamente en el sector de la tecnología, que llegaría incluso a revisar operaciones que ya se han completado. Empresas como Facebook, por ejemplo, han sido acusadas de comprar o imitar despiadadamente a nuevos competidores para asegurarse de que siguen dominando sus campos.

Cicilline apuntó a Financial Times que pensaba que había una falta de competencia en el sector de la tecnología y que estaba deseando encontrar una “solución” para el problema.

Más información