Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 10% respecto al alcanzado el ejercicio anterior y sus mayores ganancias en los últimos ocho años. Las acciones de la petrolera ceden un 0,66% en la apertura hasta quedarse en 15,05 euros.
El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, creció también un 10%, hasta alcanzar los 2.352 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) subió un 12% hasta situarse en 7.513 millones de euros.
El negocio de ‘Upstream’ (exploración y producción) del grupo duplicó su resultado de 2017, con 1.325 millones de euros, impulsado por las medidas de eficiencia implantadas, los mayores volúmenes y la mejora relativa de los precios internacionales.
La producción de hidrocarburos (gas y petróleo) se incrementó un 3%, hasta los 715.000 barriles equivalentes de petróleo al día, apoyada por los nuevos volúmenes obtenidos tras la puesta en marcha de proyectos en Argelia, Trinidad y Tobago, Reino Unido, Malasia y Perú, por la conexión de nuevos pozos en Marcellus (EEUU) y por la adquisición de Visund, en Noruega.
La compañía ha señalado que el buen comportamiento de los negocios, unido a la venta de la participación del 20% que tenía en Naturgy, ha permitido al grupo reducir en un 45% su deuda durante 2018 hasta los 3.439 millones de euros, frente a los 6.267 millones registrados al finalizar el año 2017. A finales del pasado mes de diciembre, la liquidez ascendía a 8.742 millones de euros.