Orden global: el cómo

Tribuna

Orden global: el cómo

Hay, sin dudas, problemas y riesgos de conflictos en tiempos en los cuales, en contrapartida, se está exigiendo un nuevo orden global sobre bases cooperativas amplias.

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Primero: para la gestión, el «Ménage à Quatre» expresa una amplitud social muy satisfactoria. 1) Gobiernos, 2) gremios empresariales, 3) ciudadanos y 4) centros de conocimiento, conjunta y sistémicamente, hacen posible una valiosa variedad de puntos de vista, diagnósticos, racionalidades, representatividad y manejos.

Segundo: el «Ciclo Integral de la Gestión» garantiza que la conducción y administración de cualquier proceso vaya desde la identificación de los escenarios que enfrenta, la estrategia, la organización, la dirección, la gerencia, la coordinación, la evaluación y control de lo que se conduce, hasta la retroalimentación útil a la prosecución, al infinito, de lo que se gestiona.

Y, tercero, la «Metáfora ÉPELR» abre la gestión a la consideración práctica, real, de valores éticos. No como mero discurso o estandarte para el prestigio o la apariencia, sino como elemento operativo útil a la definición de los planes, la gestión, la evaluación de resultados, etc. De los valores se derivan fines, estrategias, etc.

Nuestras tres construcciones profesionales para la gestión permiten un «cómo» muy práctico y útil para asumir retos de complejidad, variabilidad, entorno turbulento, dinamismo, disrupciones, etc. Son nuestra propuesta procedimental para, entre otros objetos «duros de matar», la procura de un escenario propicio a la creación de un nuevo orden global cooperativo. Que es un objeto de alta complejidad.

Pero, aún más, los signos y síntomas presentes al respecto nos dicen que el momento que enfrentamos es entrópico y que exige atención. El mundo está hoy a punto de la vieja canción antillana, según la cual «Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga, le echó a Burundanga y le hincha los pies».

Lo más reciente de lo referido es lo oído o visto en la recién terminada Conferencia de Seguridad de Múnich, evento en el cual, por cierto, nuestro país, Venezuela, fue tema de debate. Hay, sin dudas, problemas y riesgos de conflictos en tiempos en los cuales, en contrapartida, se está exigiendo un nuevo orden global sobre bases cooperativas amplias. Es un claro reto al liderazgo. Y no se puede afrontar con las herramientas del pasado.

¿Cuál es el valor agregado de lo que proponemos para abordar el reto? 1) Apertura (de los centros de decisión y gestión), 2) participación (de todos los implicados), 3) apoyo en grupos o tanques de pensamiento, 4) gestión integral minuciosamente estructurada (de los órganos de rango global), 5) bases éticas (de las instituciones y sus gestiones) y 6) concreción en instituciones y leyes ad hoc. Son atributos necesarios al nuevo orden y deben ser intencionalmente definidos.

¿Están los órganos de rango global; sus pilares en bloques transcontinentales, continentales o subcontinentales y las faenas nacionales relativas al medio externo y a lo global del hoy apoyados en esos atributos para la asunción de sus tareas? Pues, no. El déficit de gestión es inmenso.

Lo que proponemos en este artículo es innovador. Define unas formas, unos canales, unas condiciones y exigencias, unos procesos y recursos útiles al abordaje de los temas sustantivos en juego. Lo social, lo cultural, lo político, lo institucional, lo económico, lo histórico, lo geográfico y el amplio entorno mundial definen una complejidad cierta, a dominar.

Y terminamos con otro trozo de la misma canción anterior: «Abambelé practica el amor, defiende al humano, porque entre hermanos se vive mejor». Sí, se debe y se puede vivir mejor. Con amor, humanidad y hermandad. Posiblemente, solo un acercamiento a esos valores; pero, sin dudas, representativo de un estadio superior a lo otro, que se hace obsoleto y lleno de riesgos.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos». Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo e impulsa otras esferas del campo y relacionados.

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