La renta básica, más viva que nunca en Europa pese al ‘chasco’ de Finlandia

Desigualdad

La renta básica, más viva que nunca en Europa pese al ‘chasco’ de Finlandia

Diversos proyectos intentan desarrollar la renta básica en Alemania, Países Bajos o España tras los decepcionantes resultados obtenidos en Finlandia.

Salario Sueldo tenedores

Hace apenas unos días, el Gobierno finlandés echaba un jarro de agua fría a los defensores de la renta básica universal al anunciar que su experimento, que duró dos años, no ha demostrado que esta medida sirva para mejorar el acceso a un empleo. Sin embargo, la idea de una renta básica no está ni mucho menos muerta en Europa: mientras que los resultados del estudio de Finlandia son todavía preliminares, en muchos otros países se están poniendo en marcha proyectos similares.

El caso de Finlandia es quizás el más mediático de todos. Entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2018 se concedió a 2.000 ciudadanos finlandeses 560 euros libres de impuestos. Los primeros resultados de este programa piloto fueron presentados la semana pasada y no son demasiado halagüeños. “Los participantes no encontraban trabajo mejor ni peor que el grupo de control”, señaló la ministra finlandesa de Salud y Asuntos Sociales, Pirkko Mattila. No obstante, los resultados son preliminares y sólo se basan en el primer año del experimento, por lo que no se pueden sacar conclusiones finales de los mismos, según aclaró el Gobierno.

Además, si bien Finlandia ha puesto por el momento fin a su proyecto, otros países europeos ya se están poniendo en marcha sus propios estudios, que parecen contar además con un respaldo social más o menos sólido.

Tal y como destaca el investigador de la University of London Guy Standing en un artículo para World Economic Forum, la renta básica “ha pasado a ocupar un lugar preponderante en la elaboración de las políticas europeas”. “La alta deuda privada, la inseguridad, la desigualdad, la precariedad, la inquietud por el avance de los robots y la preocupación por el populismo están seguramente detrás del creciente interés”, explica el experto.

En Países Bajos, por ejemplo, se están llevando a cabo proyectos piloto en Groningen, Tilburg, Utrecht y Wageningen derivados de una legislación de 2015 que permitía a las autoridades locales experimentar con las políticas sociales. Inicialmente, los proyectos piloto parecían más cercanos a programas de trabajo, pero las autoridades locales han encontrado formas de acercarlos a la renta básica, aunque sufren de estar limitados a los solicitantes de asistencia social y de ser proporcionados sólo a individuos seleccionados al azar, no a comunidades enteras.

En Alemania, está previsto que en mayo de 2019 se inicie en Berlín un proyecto piloto de renta básica -denominado HartzPlus-, con una muestra aleatoria de 250 beneficiarios de prestaciones estatales y otros 250 como grupo de control, que se centrará en evaluar el impacto en el mercado laboral, la salud y las relaciones sociales. Está previsto que dure tres años y sigue a otros planes financiados por crowdfunding como ‘Mein Grundeinkommen’, que ha llevado a cabo una lotería con ganadores que obtienen una renta básica mensual de 1.000 euros durante un año.

También en Barcelona hay en marcha una prueba de renta básica, B-Mincome, que funciona desde octubre de 2017 y está previsto que dure hasta finales de 2019. En este caso el dinero se proporciona sobre una base familiar, no individual. Cuenta con 1.000 familias participantes y otras 500 como grupo de control. En el momento de su lanzamiento, se afirmó que la intención principal era “analizar la forma más eficaz de reducir la desigualdad y romper el ciclo de la pobreza”.

Más información