Zaplana quiso comprar el puerto deportivo de Altea con 1,8 millones que tenía en Suiza

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Zaplana quiso comprar el puerto deportivo de Altea con 1,8 millones que tenía en Suiza

El sumario de la operación Erial implica al exministro de Aznar en el intento de compra en 2017 del puerto de lujo Marina Greenwich

Eduardo Zaplana, exministro de Trabajo

El sumario de la operación Erial implica a Eduardo Zaplana en el intento de compra del puerto deportivo de Altea por 1,8 millones de euros, según informa hoy elconfidencial.com, que asegura que “el dinero iba a salir presuntamente de los fondos que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha conseguido localizar en Suiza y que la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia vincula de forma indiciaria con el supuesto patrimonio oculto del exministro de Trabajo (2002-2004)”.

Asegura dicho medio online que la operación se habría desarrollado entre mayo de 2016 y marzo de 2017, cuando el exdirigente del PP ya estaba sometido a vigilancia policial y afirma que solo discrepancias de última hora en el precio del puerto frustraron la compraventa.

Elconfidencial.com dice que “de hecho, los 1,8 millones de euros en los que inicialmente se tasó la infraestructura llegaron a estar depositados en España en una cuenta del Sabadell” cuenta que “tras fracasar la inversión, el grueso del dinero regresó otra vez a Suiza. Explica el citado medio online que “el nombre de Zaplana no aparece en ninguno de esos movimientos, pero los expertos en delitos económicos del Instituto Armado y la jueza incluyen esta maniobra en los intentos del expresidente de la Comunidad Valenciana (1995-2002) de repatriar los 10,5 millones de euros que supuestamente llegó a cobrar en sobornos por la concesión de licencias eólicas y de ITV, y que habría escondido en el extranjero durante casi dos décadas”.

Señala el digital que los contactos para la compra del puerto de Altea, bautizado con el nombre comercial de Marina Greenwich, fueron especialmente intensos durante los meses de mayo y junio de 2016. E indica que Zaplana ya tenía un profundo conocimiento de las instalaciones, ya que entre los bienes de su propiedad bloqueados por la instructora del procedimiento figuran dos apartamentos de lujo en el residencial Villa Puerto Beach, a solo unos metros de distancia. Y también debido a que Zaplana habría sido usuario del puerto, con capacidad para acoger embarcaciones de hasta 30 metros de eslora y con una oferta total de 542 amarres. Recordando que, la UCO vincula a Zaplana con dos yates que utilizaron el Marina Greenwich como base de operaciones.

El intento de compra se habría desencadenado en mayo de 2016 después de que el propietario de Marina Greenwich, el empresario Robert Edgard Bataouche Pérez, exconsejero de Terra Mítica —un proyecto desarrollado en Benidorm por el propio Zaplana—, se viera incapaz de pagar el crédito que tuvo que pedir en su día a Banco Sabadell para poder adquirir la infraestructura. Ante esa situación, el inversor solicitó a su asesor de cabecera, el economista Francisco Grau, que buscara a alguien interesado en tomar el control del puerto.

Grau, que también fue consejero de Terra Mítica y ocupó el cargo de secretario general del Consejo de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), absorbida precisamente por el Sabadell, no tardó en encontrar un posible candidato. Según las pesquisas, el economista también tenía entre sus clientes a Zaplana y decidió contactar con este para informarle de que Marina Greenwich estaba en venta.

La jueza y los investigadores sostienen –según elconfidencial.com- que Zaplana aprovechó la oportunidad para intentar repatriar parte de los 6,3 millones de euros que presuntamente escondía en cuentas bancarias de Suiza utilizando como pantalla varias sociedades instrumentales. Tras un primer acercamiento, Sabadell reclamó 1,8 millones de euros por la instalación. Al exministro de Trabajo le pareció un negocio redondo y, supuestamente, ordenó transferir esa cantidad desde territorio helvético a una cuenta abierta en el Sabadell con el único objetivo de cerrar la operación.

Sin embargo, cuando el acuerdo estaba a punto de materializarse, el banco decidió subir el precio del puerto hasta casi doblarlo, tras concluir que el importe que había aceptado inicialmente era demasiado bajo. Zaplana no admitió el incremento, devolvió casi todo el dinero a Suiza y las negociaciones se fueron a pique, aunque los contactos habrían continuado al menos hasta marzo de 2017. Solo dos meses después, la UCO detuvo al exdirigente del PP en Valencia.

La versión de Zaplana

Elconfidencial.com aporta también la versión sobre estos hechos que dan fuentes cercanas a la defensa del exministro. Estas reconocen la existencia del intento de compra pero aseguran que los hechos sucedieron de forma muy distinta. Apuntan que hay pruebas suficientes para demostrar que Zaplana solo actuó de intermediario en la operación y que no tiene ninguna relación con los 1,8 millones de euros que llegaron a España desde las cuentas en Suiza.

El dinero sería realmente, según esta versión, del abogado uruguayo y amigo personal del expolítico Fernando Belhot, con el que habría trabajado en diferentes proyectos en los últimos años.

“Pero los investigadores sitúan al letrado uruguayo en el nutrido grupo de testaferros que supuestamente utilizó Zaplana durante años para mantener oculta en el extranjero una auténtica fortuna procedente del cobro de comisiones ilegales”, concluye el citado digital.

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