¿Dónde está el foco?

Tirbuna

¿Dónde está el foco?

En Economía la estrategia es la vía al triunfo cuando interactuamos con otras estrategias.

En asuntos de Estado o de la política, el término planificación -dicho así, a secas- arrastra el estigma de su asociación con el centralismo, el colectivismo y la primacía abusiva del Estado. La connotación es negativa.

La estrategia -un término relacionado- se asocia positivamente al mundo militar y empresarial. En Economía -la ciencia- la estrategia es la vía al triunfo cuando interactuamos con otras estrategias. O sea, casi siempre. Es un atributo positivo de la actuación económica.

La expresión planificación estratégica se usó y se usa aún principalmente para manejos empresariales, aunque son conocidos desarrollos tanto para lo empresarial como lo público. Tuvo y tiene una connotación favorable.

Visto el asunto desde la Academia, lo cierto es que bastante han avanzado la conceptualización, las teorías, los métodos, las prácticas y las experiencias en el todavía elusivo campo.

A partir de Hasan Ozbekhan -finales de los ’60 y comienzos de los ’70 pasados- en su «Hacia una Teoría General de la Planificación» y algunos casos reales, se ha llegado al reconocimiento de tres niveles del proceso: la Planificación Normativa, la Planificación Estratégica y la Planificación Operacional, todas exigentes en la especificidad de sus diagnósticos. No hay ni un momento único de diagnóstico, ni un solo cometido de la lógica planificadora.

Aún algunos inadvertidos no relacionan los tres niveles y se enredan en discusiones, cargadas de ignorancia, anteponiendo unas a otras, y no considerándolas como lo que son: tres momentos o niveles ineludibles de un proceso que las trasciende: la gestión; o sea, el buen manejo de los múltiples asuntos, situaciones, retos, metas, etc., de la acción humana. Sí, de cada uno de nosotros.

En mucho apoyados en Ozbekhan; pero, también en Fayol, hemos trascendido los planteamientos estratégicos o planificadores, para referirnos a la gestión, por la vía de lo que llamamos el Ciclo Integral de la Gestión, una propuesta que reconoce siete momentos o fases de la apropiada acción humana: 1) la prospectiva, 2) la planificación, 3) la organización, 4) el alto gobierno o dirección, 5) la gerencia funcional y operacional, 6) la coordinación y 7) la evaluación y el control.

En otros artículos podríamos abundar en la descripción de lo desarrollado; pero, por el momento interesa plantear la relevancia de la apropiada comprensión del leitmotiv de la planificación, la estrategia o la gestión. Lo es la racionalización -la efectividad y eficiencia- de la acción humana. Tan simple como eso.

No hay opción a preguntarse: 1) dónde estoy parado, 2) dónde quiero estarlo a unos ciertos plazos y 3) cuáles logros parciales e instrumentales son necesarios para lograrlo. Y la solución va de lo sintético a lo analítico. De lo teleológico a lo instrumental. De una imagen o concepto a una pléyade de metas y acciones. Del qué quiero, dicho tan sencillo como posible, a los detalles, a lo instrumental.

El objetivo no es las acciones, sino las acciones focalizadas. El foco manda. Las acciones se le subordinan. Lo importante es qué queremos al final de la historia, sencillamente dicho, y qué debemos hacer, extensa y ampliamente definido, para lograrlo. Mensaje a García al voluntariado planificador.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos». Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo e impulsa otras esferas del campo y relacionados

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