Draghi se mantiene en su ‘club de banqueros’ pese al nuevo código de conducta del BCE

Banco Central Europeo

Draghi se mantiene en su ‘club de banqueros’ pese al nuevo código de conducta del BCE

El Parlamento Europeo desoye a la Defensora del Pueblo y permite al banquero italiano seguir siendo miembro del denominado G30.

El presidente del BCE, Mario Draghi

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de publicar un nuevo código de conducta que afectará a todos los altos funcionarios de la institución, incluyendo a los responsables máximos de la política monetaria. Este nuevo código no impedirá, sin embargo, que el presidente, Mario Draghi, siga acudiendo a las reuniones del denominado ‘Grupo de los 30’ (G30), un selecto club de banqueros de todo el mundo, pese a las insistencias de la Defensora del Pueblo, Emily O’Reilly, para que lo abandone.

El Parlamento Europeo ha decidido que Draghi puede seguir siendo miembro del G30, después de que una inmensa mayoría -439 votos contra 181- haya rechazado una enmienda que había llamado a “poner fin a la membresía· del presidente de la institución a este club. En el texto final de la resolución de la Eurocámara, los eurodiputados se limitaron a señalar que “se toma nota de la opinión del Defensor del Pueblo del 5 de julio de 2018”.

La polémica por asistencia a este club de banqueros ha perseguido a Draghi desde noviembre de 2016, cuando Corporate Europe Observatory (CEO), una ONG con sede en Bruselas, presentó por primera vez una queja argumentando que la participación de los funcionarios del BCE en el G30 era incompatible con la independencia, la reputación y la integridad de las instituciones.

El G30 –que oficialmente se denomina Grupo Consultivo sobre Asuntos Económicos y Monetarios Internacionales– es una organización con sede en Washington entre cuyos miembros se encuentran altos directivos de importantes bancos privados, así como funcionarios de bancos centrales y de instituciones internacionales y académicos.

El predecesor de Draghi en la presidencia del BCE, Jean-Claude Trichet, es el presidente honorario del G30, que también incluye en su plantel a figuras tan relevantes como el expresidente de la Reserva Federal Ben Bernanke o los exsecretarios del Tesoro estadounidense Paul Volker y Tim Geithner. Los jefes del Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, Haruhiko Kuroda, Mark Carney, y Zhou Xiaochuan, respectivamente, también son miembros.

El club organiza dos reuniones a puerta cerrada al año, así como un seminario de banca internacional abierto a participantes externos.

Código de Conducta del BCE

Al mismo tiempo que la Eurocámara da luz verde a la presencia de Draghi en este club, el BCE ha presentado un nuevo Código de Conducta para “para fortalecer y refinar aún más los marcos de buen gobierno e integridad” de la institución. Según señala el máximo responsable de la política monetaria, el código “mejora la gestión de posibles conflictos de interés al introducir reglas específicas para actividades post-empleo, transacciones financieras privadas y relaciones con grupos de interés”, e incluye “medidas para perseguir los casos de incumplimiento”.

De acuerdo con las nuevas indicaciones, los miembros del BCE, en sus interacciones con los grupos de interés, deberán “ser conscientes de su independencia, sus obligaciones de secreto profesional y los principios básicos establecidos en este Código”, se señala en el texto. Asimismo, “deben tener en cuenta los Principios Rectores para la comunicación externa”, y “deben ejercer una particular prudencia y aplicar salvaguardas apropiadas al participar en eventos cerrados o al aceptar invitaciones individuales”.

Se prevé asimismo la publicación de declaraciones de intereses y calendarios mensuales. De hecho, la primera declaración de intereses será publicada en abril en la página web del BCE e incluirá información sobre la ocupación anterior del miembro, actividades privadas, mandatos oficiales e intereses financieros, así como la ocupación de su cónyuge o pareja.

El nuevo código, que entró en vigor el 1 de enero de 2019, responde a las solicitudes del Parlamento Europeo y las recomendaciones del Defensor del Pueblo Europeo.

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