Los ERE que llegan a la banca con el nuevo año

Los ERE de la banca

Los ERE que llegan a la banca con el nuevo año

Desde el estallido de la crisis, el sector bancario español ha recortado más de 85.000 empleos.

Banco de España

El año nuevo esta vez no ha traído una vida nueva. El recorte laboral acometido por el sector financiero desde el estallido de la burbuja inmobiliaria no se ha detenido en ningún año desde 2008, y todo parece indicar que este 2019 tampoco cambiará la tendencia: por lo pronto, hay varios ajustes ya puestos sobre la mesa.

El próximo jueves, 10 de enero, la dirección de CaixaBank se reunirá con los sindicatos para comenzar a negociar un expediente de regulación de empleo (ERE) en el marco del nuevo Plan Estratégico 2019-2021, que contempla una reducción del 18% de la red de oficinas.

La entidad y los representantes de los trabajadores ya tuvieron una primera toma de contacto el pasado mes de diciembre, pero entonces no se detalló ninguna cifra. El ajuste llegará de la mano del nuevo plan estratégico, que prevé el cierre de 821 sucursales urbanas, hasta contar con total de 3.640 en 2021, desde las 4.461 actuales. Dadas estas cifras, el ajuste que podría plantear la entidad rondaría los 2.000 empleados.

Otro ajuste que se presenta en el horizonte es el del Santander, una vez acometida la integración de Banco Popular, si bien el gigante bancario español esperará a que se celebren las elecciones sindicales en febrero antes de sentarse a negociar. El pasado mes de noviembre, el banco firmó con los representantes de los trabajadores un protocolo en el que se comprometía a evitar cualquier salida traumática.

Tampoco habrá salidas traumáticas finalmente en Unicaja, que el pasado mes de diciembre acordó con los sindicatos un plan de prejubilaciones voluntarias para 760 trabajadores que contempla además 200 traslados y el cierre de 250 sucursales. La entidad andaluza se encuentra negociando una fusión con Liberbank. De llegar a buen puerto, y a pesar de que ambas entidades tienen áreas de influencia muy diferentes, la operación podría requerir nuevos ajustes.

La profunda reestructuración del sector financiero desde el estallido de la crisis, con la práctica desaparición de las cajas de ahorros y las continuas rondas de fusiones bancarias (que todavía no han terminado), es una de las principales razones del ajuste laboral acometido. Pero a ello se ha unido además un escenario de escasa rentabilidad por los tipos de interés ultrabajos y una transformación del modelo de banca, con la irrupción de la banca online y la aparición de nuevos rivales tecnológicos.

Desde el inicio de la crisis, los bancos españoles no han parado de recortar sus plantillas. De acuerdo con las últimas cifras disponibles en el Banco de España (de 2017), el recorte asciende al menos a más de 85.000 personas, las que van de los 278.301 trabajadores que había en el sector en 2008 –su pico máximo- y los 192.695 que había al cierre de 2017.

Más recientes son los datos sobre el cierre de sucursales que ha ido aparejado al recorte laboral. A cierre de septiembre de 2018, las entidades españolas contaban con 26.775 sucursales, lo que supone 19.446 menos que las que llegaron a tener abiertas en septiembre de 2008 (46.221).

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