El oro, el bund, el yen… los refugios tradicionales vuelven a ponerse de moda

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El oro, el bund, el yen… los refugios tradicionales vuelven a ponerse de moda

La volatilidad de los mercados, provocada en parte por la menor liquidez, lleva a los inversores a buscar inversiones menos arriesgadas.

Bolsa de Madrid

La guerra comercial, la desaceleración económica mundial, las tensiones en la UE por Italia, el Brexit… todo ello aderezado con un mercado de menor liquidez por la retirada de los estímulos de los bancos centrales que ha disparado la volatilidad. Ayer fue Apple, que se desplomó tras lanzar un ‘profit warning’, pero lo cierto es que apenas transcurren días entre susto y susto y la respuesta de los inversores no está siendo otra que buscar sus habituales refugios.

Uno de los refugios tradicionales es el oro, que se encuentra en sus máximos de seis meses en un precio que vuelve a acercarse a los 1.290 dólares la onza (en junio de 2018 llegó a tocar los 1.292 dólares). “Los temores de una desaceleración económica son una de las fuentes de la volatilidad del mercado de acciones, lo que contribuye a la cobertura de las posiciones cortas en el mercado de futuros y al renovado interés de los inversionistas en el oro”, resume Carsten Menke, analista de Julius Baer.

Si se mide en términos de euro, el oro tocó ayer los 1.137,47 euros, su cota más alta desde junio de 2017.

Pero para encontrar un síntoma que refleja el momento de tensión que viven los mercados es inevitable mirar a las divisas, donde el yen se disparó ayer frente al dólar durante la mañana asiática. La baja liquidez unida al susto que dio Apple provocó lo que en el mercado se conoce como un ‘flash crash’: en apenas un parpadeo, el dólar estadounidense se hundía un 3,2% frente a la moneda nipona, hasta marcar un cruce de 105,25 yenes, su cota más baja desde marzo de 2018. Aunque posteriormente se estabilizaba en 107,50 yenes, lo cierto es que la divisa japonesa ha subido frente a su par estadounidense en 14 de las 17 últimas sesiones.

En los mercados de renta fija también se observa este renovado gusto por los refugios de siempre. De acuerdo con un índice de Bank of America Merrill Lynch que recoge la agencia Bloomberg, los bonos soberanos de los países del G-7 tuvieron su mejor diciembre en una década.

En Europa la tendencia se observa claramente en el bund germano a diez años, que ofrece en el mercado secundario la rentabilidad más baja en más de dos años en el 0,153%. Al otro lado del Atlántico, donde los temores de los inversores se han visto agravados por el cierre parcial del Gobierno, la rentabilidad del bono de referencia ha caído en 60 puntos básicos desde principios de noviembre, hasta situarse en el entorno del 2,576%.

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