2019: afinar la marcha

Tribuna

2019: afinar la marcha

Bien haríamos las facultades de Economía y Finanzas, Ciencia y Tecnología e Ingeniería en ponernos las pilas.

Fintech

Primero: la Sociedad de la Información y el Conocimiento, en general, está bien gestionada por los estados y entes interesados y relacionados. En América Latina y el Caribe, su «Ángel de la Guarda» lo es elac2020, responsable de la agenda digital regional. En 2018 el campo avanzó (Ej: el Libro Blanco de Ecuador). En 2019 avanzará y mejorará. A Venezuela le urge. Incursionamos en el tema. Segundo: el «complejo de disrupciones» aguza su carácter exponencial y su lógica de proceso de capas sobre capas. Cada día sorprende con nuevas áreas y líneas de cambio científico, tecnológico y del día a día de la producción y de la gente. Con independencia de la diversidad de efectos, crea un mundo radicalmente distinto, de cambios sobre cambios. Seguirá su ascenso imparable. Muchos quedarán derrotados en el camino. En nuestro equipo mantendremos el interés en el proceso.

Tercero: la Fintech goza de excelente salud y crece y se desarrolla horizontal y verticalmente hacia mayor sofisticación tecnológica y arraigo popular. La disrupción tecnológica potencia disrupciones en los modelos de negocios y de las finanzas y refuerza el valor práctico de los centros de conocimiento y asesoría, que son parte del ecosistema. En esto último avanzaremos. Ojalá que también hacia una mayor inclusión financiera. Nos interesa. Avanzamos iniciativas a favor del proceso.

Y, cuarto, la Criptoeconomía comienza a mostrar nuevas generaciones de criptomonedas y muy diversos desarrollos tecnológicos. Era lógico: toda disrupción genera reacciones y ya se muestra -y se intensificará el año próximo- la reacción, por la propia vía criptoeconómica, de la banca, las autoridades monetarias y sus instituciones y factores de poder ligados. Pero, también, el propio mundo de la Criptoeconomía comienza a mostrar nuevos conceptos y desarrollos.

Primera conclusión: las bases dinámicas para una perspectiva de 2019 nos permiten confirmar que los cuatro niveles de procesos arriba revisados -nuestro modelo de aproximación a la Fintech y la Criptoeconomía- muestran profundidad y evolución. Nada que ver con el pesimismo por las «espumas» de los movimientos especulativos y los temores por los costos de los actuales procesos tecnológicos para la minería, en el caso de las criptomonedas. El mundo que nos interesa es amplio y profundo y se nos muestra promisorio. Trabajo por delante, entonces.

Como lo hemos dicho desde el inicio, una cosa es la espuma y otra, la ola. O la sucesión de ellas. Y sí, como también lo hemos dicho, llegan nuevas olas. Del simple cometido de sustituir unos medios de pago por otros, lejos del control de la avara banca; pero, para transacciones convencionales, observamos ahora a esa banca y sus aliados, optar por sus propios medios criptoeconómicos. Es el paso de las criptomonedas fundadoras a las «Crypto 2.0».

Y ya hay también las 3.0. Y vendrán más, hasta formas y medios insospechados aún. Como hipotetiza Skinner (Chris Skinner. Pasado, presente y futuro del dinero, la banca y las finanzas), «En la quinta edad del hombre, el sistema monetario carecerá de sentido. Tras haber digitalizado el dinero en la cuarta edad, la estructura pasará a un sistema universal de abonos y adeudos. Dígitos en la red que registran nuestros gastos e ingresos, nuestra vida y nuestras ganancias, nuestro trabajo y nuestro placer». Hacia allá vamos.

En realidad, no sé si será en la quinta o la sexta revolución ¿industrial?. (¿O, más bien, civilizatoria?). Pero, nada me hace pensar que lo que decimos que vendrá, no vendrá. Y como dicho, ya comienza a venir. En 2019 y más allá. El tsunami de cambios nos abruma.

En tema muy relacionado, con el cual mantuvimos una especial relación, del año resalta la falla del G20 en su manejo del asunto de las bases globales de la regulación (amigable) de la Criptoeconomía. Esta es un fenómeno global y su manejo debe también serlo. Debió avanzarse. Esperemos reacciones. Y no sólo de los enemigos agazapados, sino también de los aliados. Tenemos propuestas. Va a pasar, también, que vendrán nuevas leyes Fintech, como la mexicana. Recuérdese, el «complejo de disrupciones» no espera.

Lo que deberíamos hacer: bien haríamos las facultades de Economía y Finanzas, Ciencia y Tecnología e Ingeniería en ponernos las pilas. Y optar por nuestros nichos. Igual, deberían hacerlo los vetustos responsables del acompañamiento institucional del progreso. Que recuerden nuestra «Metáfora ÉPELR»: ética, políticas, estrategias, legislación y regulación. Miremos todo lo ancho del promisorio mundo que tenemos delante. Aunque 2019 se anuncia proceloso, debemos recordar que frente al mal tiempo, además de las recetas convencionales de las políticas, hay que saber afinar la marcha.

**Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos». Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo e impulsa otras esferas del campo y relacionados

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