El BCE ‘se lava las manos’ ante los escándalos de lavado de dinero

Bancos europeos

El BCE ‘se lava las manos’ ante los escándalos de lavado de dinero

En una carta a un europarlamentario, Danièle Nouy recuerda que “garantizar el cumplimiento de la legislación contra el lavado de dinero sigue siendo de nivel nacional”.

Euro lavado

El Banco Central Europeo (BCE) “no tiene el mandato de investigar directamente ninguna supuesta infracción” en lo respectivo al lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Así lo ha recordado la todavía presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, Danièle Nouy, en una carta remitida al eurodiputado irlandés Luke ‘Ming’ Flanagan, sobre la actuación de la institución ante los últimos escándalos.

“Es importante tener en cuenta que la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de la legislación contra el lavado de dinero y de contrarrestar la financiación del terrorismo sigue siendo de nivel nacional y no forma parte de las tareas de supervisión microprudencial”, apunta la economista francesa en su misiva.

Nouy aclara, no obstante que, “dentro del ámbito de sus funciones de supervisión”, el BCE “se toma muy en serio las implicaciones prudenciales del lavado de dinero, ya que los riesgos relacionados pueden representar una amenaza para la viabilidad de las entidades supervisadas, así como para la reputación de los supervisores”.

Sin embargo, tal y como recuerda la presidenta del Consejo de Supervisión, “el BCE no tiene el mandato de investigar directamente ninguna supuesta infracción de las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo por parte de los bancos”. “Por esa razón, las preguntas sobre las investigaciones de estos asuntos deben dirigirse a los supervisores nacionales pertinentes”, señala a Flanagan, del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea – Izquierda Verde Nórdica, que se había interesado por el escándalo de Danske Bank. El mayor banco danés se ha visto involucrado en un caso de blanqueo de dinero en el que están bajo el foco de las autoridades pagos por valor de 200.000 millones de euros entre 2007 y 2015.

“Aunque el BCE no tiene el mandato de investigar actos como el fraude, el lavado de dinero, la corrupción, la manipulación del mercado o el abuso de información privilegiada, tiene en cuenta las condenas, las sanciones impuestas y (en la medida de lo posible según las leyes nacionales) los procedimientos abiertos”, señala Nouy.

“Cuando es relevante para llevar a cabo sus tareas prudenciales, el BCE tiene en consideración el resultado de las evaluaciones realizadas por las autoridades competentes, como los hechos, los detalles circundantes y las conclusiones alcanzadas”, señala la economista francesa, que hace un llamamiento a “fortalecer aún más” la cooperación entre supervisores.

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