Melodías de seducción en el fútbol: así se fraguaron algunos grandes fichajes

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Melodías de seducción en el fútbol: así se fraguaron algunos grandes fichajes

Se cumplen 18 años desde que Messi fichó por el Barcelona…en una servilleta.

Lionel Andrés Messi

Este viernes se cumplen 18 años desde que Leo Messi y el Fútbol Club Barcelona se dieron el ‘sí, quiero’. Fue un 14 de diciembre del año 2000 cuando Carles Rexach, por entonces secretario técnico del Barcelona, el agente Josep Maria Minguella y Horacio Gaggioli, en aquel momento representante de Messi, pusieron su rúbrica sobre una servilleta que hizo de contrato.

“En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, secretario técnico del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”, refleja la servilleta del Club de Tennis Pompeia (Barcelona) expuesta ahora en el museo del club blaugrana.

Así se fraguó el fichaje del actual mejor jugador del mundo cuando éste apenas tenía 13 años. En aquel momento, la cima del balompié era cuestión de Zidane, Ronaldo y Figo, que obtuvo el Balón de Oro ese mismo año en una gala donde otra servilleta volvió a decantar el fichaje del jugador más elegante de las últimas décadas.

“Efectivamente, estábamos cenando y Florentino Pérez me pasó una servilleta en la que ponía en francés: ‘¿Quieres venir a jugar al Madrid?’. Yo le contesté: Yes!’. Fue uno de los días más felices de mi vida”. Así recuerda Zinedine Zidane el globo sonda que finalizó con su fichaje por el Real Madrid en el verano siguiente (2001).

Las herramientas empleadas por el Real Madrid para seducir a Zidane, Luis Figo o Ronaldo son lo que el agente Jon Smith describe en este artículo como ‘tapping up’. Jugadores con contrato en vigor pero que son tanteados por otros clubes ‘a las espaldas’ de su actual equipo.

“Técnicamente, en realidad, todo debería negociarse entre los clubes”, recuerda Smith, quien destaca las muchas diferencias existentes entre las negociaciones de hoy en día y las del pasado. “Hoy en día hay tantas cosas a tener en cuenta…Viajes al extranjero, alojamiento, derechos de imagen, horarios…”, resume.

Un buen ejemplo de ello fueron las peticiones que realizó el delantero Kylian Mbappé al PSG para fichar por el club parisino. Según desveló el diario L’Equipe, Mbappé solicitó, entre otras cuestiones, 50 horas al año de jet privado, un mayordomo, un responsable de seguridad y un conductor privado, además de su sueldo. El PSG le garantizó esas peticiones a excepción de los vuelos en jet.

Un método de fichaje que dista mucho del que llevó al defensa del Athletic Jesús Garay al Fútbol Club Barcelona en 1960. El jugador bilbaíno, que siempre había deseado permanecer en ‘el botxo’, hizo las maletas después de que la oferta de los culés (6 millones de pesetas) proporcionara al Athletic Club el dinero suficiente para construir una nueva grada en San Mamés. Una tribuna que recibió el nombre de ‘Tribuna Garay’ hasta que fue demolida en 2013.

El fichaje de Raúl Tamudo por el Espanyol se hizo, directamente, a cambio de especie. El Gramanet otorgó la ficha del delantero a ‘los periquitos’ por unos cuantos balones de reglamento.

Grandes fichajes de la historia se han realizado por cuestiones que también han ido más allá del dinero, teniendo en cuenta que la suma económica ha supuesto prácticamente siempre la piedra angular del traspaso.

Por ejemplo, en 2008, el Real Madrid puso la primera piedra del fichaje de Cristiano Ronaldo, el mayor goleador de la historia del club. Una cifra astronómica y una declaración de su madre hicieron presagiar el cambio que un año más tarde se produciría. “Antes de morirme quiero ver a mi hijo en el Madrid”, relató Dolores Aveiro al diario AS.

Las emociones y las personas que le rodean influyen directamente en las decisiones de los futbolistas, muchas veces señalados de moverse exclusivamente por dinero. “Estamos hablando de emociones humanas”, insiste Smith en Betway Insider, donde recuerda el caso de un futbolista que rechazó fichar por otro club a causa de su perro.

“Nos llevó seis meses de operaciones, y él venía de Alemania. Reservó un ferry, y le preguntamos: ¿Por qué no reservas un vuelo? ‘Voy a traer a mi perro’, respondió”. Cuando le explicaron que el perro debía estar en cuarentena durante seis meses, el futbolista rechazó el acuerdo ya cerrado. “Si no puedo llevar a mi perro, no voy a venir”, finalizó.

A juicio de Smith, el trabajo de los buenos agentes consiste en cuidar esas emociones y asegurarse de que todas las partes estén satisfechas una vez que se hayan completado las negociaciones.

“Hay muchas partes constitutivas en un acuerdo”, dice Smith. Entre ellas, los agentes, que obtienen el 5% de la transacción, generalmente.

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