Guatemala, aunque no es la excepción en esta parte del continente, brilla y alcanza lugares cimeros en corrupción y en un ramillete de delitos criminales. Uno de los pocos países donde un presidente termina su mandato y va de cabeza a la cárcel y se lleva con él también a su vicepresidenta a pesar de tener un grado de impunidad ante los tribunales que logra posiciones en un podio de premiación.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) situó a Guatemala como el menos eficiente de Latinoamérica y el Caribe. Ocupó el lugar 69 de 71 países evaluados.
No estaría de más, que el colombiano Iván Velásquez, máxima autoridad de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) pudiera ofrecerles una conferencia magistral a los delegados. Cosa imposible porque “el terrible” ha sido declarado “Persona Non Grata” y debe hacer su trabajo desde el exterior.