Roma mantiene el pulso, ¿qué puede hacer ahora Bruselas?

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Roma mantiene el pulso, ¿qué puede hacer ahora Bruselas?

Las elecciones al Parlamento Europeo del próximo año interfieren el posible calendario de sanciones a Italia.

Bandera de Italia

El Gobierno italiano se mantuvo firme a sus promesas y entregó el pasado martes por la noche un borrador de presupuestos que calcaba las previsiones más polémicas del proyecto que Bruselas había tirado abajo en octubre. La Comisión Europea se encuentra ahora ante el dilema de cómo actuar: tanto una respuesta firme como una tibia ante el desafío italiano podría dar alas a populistas y antisistema en un momento electoralmente delicado.

Italia optó por no realizar ninguna revisión de su déficit presupuestario, que se mantiene en un 2,4% del PIB para 2019, ni de sus expectativas de crecimiento (1,5%). La única mínima cesión es que se revisaron al alza los ingresos de la privatización hasta un 0,3% del PIB. “La Comisión Europea ahora tendrá tres semanas para evaluar el plan, pero lo más probable es que lo rechace antes”, señalan los analistas de Julius Baer en un informe firmado por Dario Messi y Eirini Tsekeridou.

“El balón está ahora en la cancha de la Comisión”, destacan estos expertos. Si Bruselas “inicia el procedimiento de déficit excesivo, que podría ir acompañado de sanciones financieras del 0,2% del PIB de Italia, puede enviar un duro mensaje a otros gobiernos populistas europeos y aumentar la credibilidad de las normas de la Unión Europea (UE)”.

“Sin embargo, también es probable que aumente el apoyo al Gobierno populista de Italia y aumente el sentimiento anti-UE dentro de Italia”, destaca Julius Baer.

Un factor a tener en cuenta son las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en mayo de 2019, y que se entremezclarían con el calendario de las posibles sanciones. Antes de llegar a ese punto, Bruselas deberá iniciar un procedimiento de déficit excesivo, al que en otros tiempos se enfrentaron países como España o incluso Francia. Sin embargo, el procedimiento probablemente no se iniciaría oficialmente hasta enero, y a partir de entonces Italia tendría de tres a seis meses para reducir su déficit a un nivel prescrito o enfrentar multas.

Por el momento, la respuesta de los mercados ha sido más o menos controlada, con la prima de riesgo italiana situándose ayer en los 308 puntos, tras haber llegado a tocar los 314 puntos tras el envío de los presupuestos. Según señalan los analistas de Julius Baer, se esperan “mayores diferenciales” pero “el mercado todavía no está cerrado para Italia”. El Tesoro del país logró recaudar el miércoles 5.500 millones de euros en una subasta de bonos a tres, siete y 20 años, si bien la demanda fue inferior a la de anteriores operaciones.

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