“Se alquila esquina sin ventana por 700 euros y un disgusto”, “se alquila pared sin wifi por 700 euros y medio pulmón” o “se alquila parcela de árbol por 900 euros y ojo de la cara”, son algunas de las frases que se puede leer en los carteles que se han colocado hoy las calles de Malasaña, una “acción callejera” con la que la que se pretende denunciar los desorbitados precios de alquiler que se están pidiendo en Madrid, casi un 60% más caros que la media nacional.
Los carteles, que siguen el formato del conocido póster de «se alquila se pueden ver buzones, paredes, esquinas, cabinas de teléfono y bancos y la campaña es obra de Verónica Ratero y Mikel Fernández dos estudiantes de la escuela Brother Madrid Escuela de Creativos que han usado la ironía y el “estilo rompedor del barrio de Malasña” como un modo de denuncia. La idea, según estos creativos, surge de la necesidad de frenar esta subida y del hartazgo de los ciudadanos a causa del precio del alquiler en Madrid un problema que los alumnos de esta escuela sufren en sus carnes y que comparten con el resto de vecinos del barrio, pero que saben es un problema generalizado en toda la capital.
Verónica Ratero explica que con esta iniciativa pretenden “escandalizar”, “crear debate” y que la “gente hable de ello”, algo que asegurán se está haciendo «y mucho en las redes sociales», para lo cual han utilizado frases rompedoras con las que pretendenponer en evidencia con sacarsmo que los metros cuadrados de las vivienda se paguen a precio de oro en la capital y que no bastan los sueldos de la gente para tener derecho a un vivienda a no ser vendas un órgano. Con el agravante de que en muchos casos, no sólo el metro cuadrado está por las nubes sino que muchos pisos no tienen las características básicas para ser habitables, ya que se alquilan auténticos zulos.
