GoodDollar, una criptomoneda para hacer posible una renta básica global

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GoodDollar, una criptomoneda para hacer posible una renta básica global

Un nuevo proyecto pretende crear una moneda digital para combatir la desigualdad económica mediante una renta básica en todo el mundo.

“Las 42 personas más ricas de la Tierra tienen más dinero que los 3.700 millones más pobres… Es hora de cambiar las reglas”. Con esta frase se presenta el experimento GoodDollar, un proyecto que, según sus creadores, busca reducir la desigualdad de la riqueza en el mundo mediante la tecnología ‘blockchain’. En concreto, el objetivo es desarrollar una nueva criptomoneda de código abierto que se utilizaría para distribuir dinero siguiendo los principios de la renta básica universal (más universal que nunca, pues al no depender de una divisa local alcanzaría una escala global).

Detrás de la iniciativa está el consejero delegado de la plataforma eToro, Yoni Assia, que defiende la necesidad de un ingreso mínimo fijo para todos, independientemente de su situación laboral, como fórmula para reducir el desequilibrio económico. La renta básica ayudaría además a afrontar la robotización, que conllevará una importante pérdida de empleo: las máquinas desplazarán hasta a 800 millones de trabajadores humanos, una quinta parte de la fuerza laboral mundial, para 2030, según un informe de la consultora McKinsey.

La idea, que se presentó en la Web Summit que se celebró la semana pasada en Lisboa, es usar las cualidades de las divisas digitales como monedas descentralizadas para desarrollar un mecanismo que permita una renta básica global. La tecnología ‘blockchain’, ofrece un “libro de contabilidad transparente e inmutable, capaz de ejecutar contratos inteligentes escritos, capturando una complejidad significativa”, lo que, según Assia y el experto Omri Ross (otro de los precursores del proyecto), “proporciona las herramientas necesarias para una implementación novedosa de políticas fiscales ampliamente redistributivas”.

GoodDollar, como se llamará la criptodivisa, será una moneda accesible para cualquiera y en cualquier rincón del planeta, podrá intercambiarse por otras monedas estándar, tendrá unas tasas de transacción muy bajas y será distribuido equitativamente para combatir la desigualdad.

Pero para que esto funcione a escala global, el proyecto tendrá que hacer frente a diversos retos: desarrollar un algoritmo potente que permita una alternativa a las soluciones tradicionales y que sea capaz de defenderse de ciberataques, evitar que la criptomoneda se acabe convirtiendo en un instrumento inflacionario y especulativo, y por, último, que todas las comunidades de cualquier tamaño puedan acceder a este dinero y usarlo.

De momento, se trata solo de una iniciativa en fase de pruebas, que busca el apoyo de ONG y filántropos, así como la unión al proyecto de ingenieros, expertos en seguridad y economistas que colaboren para lograr que la idea acabe siendo una realidad.

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