Equo quiere saber qué pasará con los residuos radiactivos de las nucleares que se cierren

Energía nuclear

Equo quiere saber qué pasará con los residuos radiactivos de las nucleares que se cierren

El Gobierno reconoce a preguntas de Unidos Podemos que el proceso de desmantelamiento de Garoña durará entre 8 y 10 años.

Central nuclear de Garoña

Equo denuncia que la falta de fondos para emprender los cierres de las nucleares es uno de los principales problemas que debe abordar el Gobierno de Pedro Sánchez, una vez que se ha asegurado que no se alargará la vida útil de las centrales. Por ello, quiere saber cómo se van a financiar los proyectos de desmantelamientos y también, y lo que es más importante, qué se va a hacer con los “peligrosos” residuos radiactivos a largo plazo.

El partido verde saca a la luz estos interrogantes, preocupado por los “retrasos”, “improvisación” y la “falta de transparencia” que se ha puesto de manifiesto en el proceso de cierre de Garoña y después de que el Ejecutivo haya reconocido –en respuesta a una pregunta de Unidos Podemos- que el proceso de desmantelamiento de esta central, que previsiblemente comenzará en 2019, durará entre 8 y 10 años.

Juantxo López de Uralde, censura la gestión que se está realizando en torno al proceso de desmantelamiento de Garoña por la lentitud con la que se desarrolla y la improvisación en la toma de decisiones.

Una preocupación que se ha acentuado tras recibir del Gobierno una respuesta parlamentaria se desvela que los residuos radioactivos de Garoña podrían permanecer en la nuclear sin plazo determinado a lo largo del proceso de desmantelamiento de la planta, que ahora el Gobierno estima de unos 8 ó 10 años de duración. En la comunicación oficial de ENRESA se asegura que el Almacén de Residuos ATI ya ha obtenido la licencia pertinente para albergar el combustible gastado durante los años de operación de la central y está a la espera de ponerse en funcionamiento En ese espacio se allbergarán las barras de combustible que actualmente continúan en la piscina de la central. Una vez activado el ATI pasarán al almacén, que según la comunicación oficial, se trata de una instalación al aire libre, similar a la existente en Zorita, que alojará el combustible en contenedores especiales a cielo abierto.

“El riesgo continúa”

López de Uralde censura el hecho de que residuos radiactivos de tal peligrosidad se acumulen en la planta burgalesa indefinidamente por el peligro que entraña para la salud de la población y el medioambiente dado el riesgo potencial de contaminación del agua, el suelo y la atmósfera. “Garoña ha cesado su actividad nuclear pero los residuos siguen y seguirán allí ni se sabe hasta cuándo. Así que el riesgo continúa”.

“Con el proceso de desmantelamiento de planta, que a nuestro entender se está realizando a un ritmo demasiado lento, queda en evidencia de nuevo el gravísimo problema que tenemos con los residuos nucleares en este país. No sabemos qué hacer con ellos. Es necesario contar con un Plan de Desmantelamiento Nuclear y un Plan de Gestión y Tratamiento de los residuos”, ha advertido López de Uralde.

Para el diputado la falta de fondos para emprender los cierres de las nucleares es uno de los principales problemas que debe abordar el Gobierno una vez que se ha asegurado que no se alargará su vida útil. Recordando que el informe de la Comisión de Energía del Congreso relativo a estos procesos ya incide en la necesidad de impulsar las modificaciones legislativas necesarias para establecer un sistema de financiación de proyectos de desmantelamientos que contemple, entre otras medidas, una correcta estimación de costes. “Además de que desconocemos qué se va a hacer con los residuos a la larga tampoco sabemos cómo se va a pagar todo el proceso de desmantelamiento de las nucleares”, ha declarado el diputado verde que censura la falta de transparencia del proceso.

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