Italia no piensa cambiar sus presupuestos para 2019 a pesar de que la Comisión Europea rechazó ayer oficialmente las cuentas presentadas por el Gobierno italiano, otorgándole un plazo de tres semanas para presentar un nuevo borrador. Así lo ha explicado hoy el viceprimer ministro Matteo Salvini, que ha criticado las “reglas ridículas” de Bruselas.
En una entrevista a la emisora radiofónica RTL 102.5, Salvini ha insistido en que el presupuesto de 2019, que pasa por un déficit del 2,4% frente al 1,8% de 2018, servirá para reducir la deuda pública italiana, auténtico talón de Aquiles de la economía italiana. “Los italianos son lo primero”, ha llegado a decir, “Italia ya no quiere ser un sirviente de las reglas ridículas” europeas, ha apuntado el Líder de Liga Norte, que gobierna el país en alianza con el Movimiento Cinco Estrellas.
La Comisión Europea instó ayer a Roma a presentar un nuevo proyecto de presupuestos que reduzca el déficit estructural en un 0,6%, en vez de aumentarlo en un 0,8% como establece el plan actual. Es la primera vez que el Ejecutivo comunitario devuelve un presupuesto a un Gobierno de la eurozona por considerar que viola el reglamento.
A juicio de Salvini, sin embargo, para impulsar la economía y reducir la ratio de deuda respecto al PIB, Italia tiene que “hacer lo contrario” a los Gobiernos anteriores, cuyos planes fiscales habían sido más aceptables para Bruselas. La deuda pública de Italia se sitúa actualmente en el 133% del PIB. A pesar de su tono desafiante sobre el presupuesto, Salvini ha aclarado que la pertenencia de Italia al euro no está en duda. “No quiero dejar el euro ni salir de la Unión Europea”.
El siempre polémico italiano ha denunciado además un supuesto complot para desestabilizar Italia y su Gobierno, diciendo que tiene pruebas de que Francia estaría llevando inmigrantes a través de la frontera y depositándolos en Italia.
