El socio de Merkel pierde su hegemonía en Baviera

Alemania

El socio de Merkel pierde su hegemonía en Baviera

La CSU se mantiene, no obstante, como el partido más votado aunque con sólo un 37,3 por ciento de los votos en las elecciones regionales.

Baviera

La Unión Cristianosocial (CSU), socio de la canciller alemana, Angela Merkel, vio cumplirse hoy sus peores temores al perder la mayoría absoluta en Baviera, en unas elecciones en las que Los Verdes se alzaron como segunda fuerza, la ultraderecha entró en su decimoquinta región y los socialdemócratas se hundieron.

La CSU se mantiene, no obstante, como el partido más votado aunque con sólo un 37,3 por ciento de los votos en las elecciones regionales, según las últimas proyecciones de la cadena pública alemana ARD. Esto supone un duro revés para el partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel -que no concurre en Baviera en el marco de un acuerdo entre las dos agrupaciones- que hace cuatro años obtuvo un 47,7 por ciento de los votos.

Para el primer ministro bávaro, Markus Söder, ahora es importante «formar un gobierno estable». Sin embargo, reconoció que no ha sido un día fácil para su partido en unos comicios en los que cerca de 9,5 millones de personas estaban llamadas a votar. «Lo aceptamos con humildad y tendremos que aprender de él», comentó. «Los próximos días podremos hablar mucho sobre las causas».

«Esto no es un buen resultado, no hay nada que interpretar», reconoció por su parte el presidente de la CSU y ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, al mismo tiempo que anunció su deseo de seguir en sus cargos, aunque se mostró abierto a discutir sobre posibles consecuencias personales. «Por supuesto, como líder del partido, comparto la responsabilidad por el resultado de las elecciones», afirmó.

Mientras, el partido populista de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) volvió a capitalizar el descontento de los alemanes con la política migratoria y logró entrar en su decimoquinto parlamento regional con el 11,6 por ciento de los votos, en una región que es la principal puerta de entrada de los 1,5 millones de solicitantes de asilo que han llegado a Alemania desde 2015.

«Es un muy buen resultado», comentó satisfecho Alexander Gauland, copresidente de AfD, en la cadena pública alemana ARD, a pesar de que este resultado es inferior al 12,4 por ciento que obtuvo la agrupación en Baviera en las elecciones generales de 2017. «La gente cree que la CSU hace muy poco y por eso nos han votado», agregó.

El otro gran perdedor de los comicios fue el Partido Socialdemócrata (SPD), socio del Gobierno de coalición de Merkel, que obtuvo el peor resultado en su historia en este estado al lograr solo un 9,5 por ciento de los votos, muy lejos del 20,6 por ciento de 2013. El SPD pasó así de segunda a quinta fuerza política en Baviera.

El secretario general del SPD, Lars Klingbeil, calificó este resultado como «una amarga derrota para el SPD bávaro». Pero el resultado fue también una «señal clara desde Baviera a Berlín», dijo Klingbeil, que espera que todos en la capital la entiendan. Al mismo tiempo felicitó a los Verdes, que fueron los «ganadores inequívocos de las elecciones» al obtener un 17,8 por ciento de los votos, convirtiéndose en la segunda fuerza de Baviera.

Nunca antes en su historia habían logrado un resultado de dos dígitos en este estado. Hace cuatro años solo lograron un 8,6 por ciento de los votos. El resultado final oficial preliminar se espera entre las 23:00 y las 02:00 horas.

El resultado de las elecciones del segundo estado más poblado de Alemania es visto como una expresión del descontento de la población con la política de Berlín, apenas un año después de las generales y siete meses después de que Merkel lograra formar gobierno con los socialdemócratas tras arduas negociaciones.

La secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, reconoció que «no hay duda de que las disputas de los últimos meses, especialmente el tono y el estilo, no fueron un viento en popa para las elecciones en Baviera».

A la CSU le pasó factura su estrategia fallida de endurecer el tono contra los refugiados en un intento por evitar el giro del electorado hacia el AfD. A esta fuga de votos se sumaron los de los votantes más liberales que se alejaron de posturas xenófobas que habrían optado por Los Verdes.

La CSU ha gobernado con mayoría absoluta desde 1962, excepto en la legislatura 2008-2013, cuando tuvo que hacerlo en coalición con el Partido Liberal (FDP), en esta rica región sede de gigantes como BMW, Audi o Siemens y que cuenta con la tasa de desempleo más baja del país, con un 2,9 por ciento.

Ahora tendrá que buscar un socio para gobernar. Por afiliación política se alza como posible socio el partido de los Electores Libres (FW), que hoy obtuvo un 11,6 por ciento de los votos. Si fuera necesario podría sumarse el apoyo del Partido Liberal (FDP), que obtuvo un cinco por ciento de los votos.

La siguiente prueba para el Ejecutivo de Merkel llegará en dos semanas, en las regionales de Hesse, donde los pronósticos auguran una pérdida de votos de la CDU.

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