La banca europea se juega más de 46 billones de euros en derivados si hay Brexit duro

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La banca europea se juega más de 46 billones de euros en derivados si hay Brexit duro

El Banco de Inglaterra alerta a los bancos europeos de que Bruselas debe abordar con urgencia la incertidumbre regulatoria.

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Las negociaciones entre Reino Unido y la Comisión Europea sobre la salida del país del bloque común siguen estancadas a seis meses de que se consume el proceso, con la perspectiva de un Brexit duro cada vez más en el horizonte. Pero aunque la UE cuenta con las mejores cartas en estas difíciles negociaciones, hay un asunto en el que Reino Unido tiene un ‘as’ en la manga: el mercado de derivados y la amenaza que se cierne sobre los bancos europeos.

En su último informe trimestral sobre estabilidad financiera, el Banco de Inglaterra ha puesto negro sobre blanco la amenaza real: hasta 41 billones de libras -más de 46 billones de euros al cambio actual- de contratos de derivados con vencimiento después del Brexit se encuentran en riesgo, a menos que los funcionarios europeos aborden con urgencia la incertidumbre regulatoria.

Las cámaras de compensación tendrán que avisar a los bancos europeos de que saquen sus negocios o correrán el riesgo de infringir la regulación europea, ha señalado el supervisor británico. En última instancia, según recoge Financial Times, los bancos de la UE se harían cargo del coste de la interrupción. Cada aumento de un punto básico en el coste de la compensación de los swaps podría costar a las empresas europeas unos 22.000 millones al año.

El Banco de Inglaterra estima que las empresas con sede en la UE tienen contratos de derivados extrabursátiles con un valor de 69 billones de libras -78,7 billones de euros- en las cámaras de compensación de Reino Unido. Una parte importante de ellas, los 41 billones citados, vencería después de marzo de 2019, para cuando ya se habrá consumado el Brexit.

Las advertencias del Banco de Inglaterra se producen en un momento en que cada vez parece más posible un Brexit duro, es decir, en el que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo ni período de transición.

Las cámaras de compensación deben avisar a los miembros con tres meses de antelación para mudar su negocio, lo cual es costoso y complicado. Esto significa que Bruselas tendrá que hacer un anuncio sobre los derivados antes de Navidad o las cámaras de compensación tendrán que comenzar a enviar las notificaciones.

El cambio de negocio resultaría en que los bancos y otros tenedores de swaps incurrieran en millones de dólares en pagos de margen extra por sus posiciones en derivados, y en costos de capital asociados. En algunas áreas, hay pocas casas de compensación alternativas en Europa. De hecho, en los futuros del Brent, no existe ninguna en absoluto. Para los futuros de Brent, ninguno en absoluto.

Las cámaras de compensación, interceden entre las partes en un acuerdo y gestionan el impacto en el mercado en caso de que uno de los dos incumpla. Londres es el corazón del negocio global. Sus tres cámaras de compensación (LCH, ICE Clear Europe y LME Clear) procesan más de 450 billones de dólares en swaps de tipos de interés, crédito, divisas y metales de todo el mundo.

Sin acceso, los participantes se enfrentan a un aumento considerable de los costos comerciales, o directamente a su incapacidad para cubrir sus exposiciones en el mercado. La autorización de la Cámara de Compensación de Londres para la regulación europea caducará después del Brexit.

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