Sucede que, a veces, quien empieza por declararse independiente, sigue excusando el robo del tres por ciento y pasa a la inobservancia del día del Señor, acaba por faltar a las buenas maneras, como apuntaba Thomas de Quincey en su libro “Del asesinato considerado como una de las bellas artes”. Craso error el suyo al elegir el sujeto al que agredir. Atentos.