El 9 de octubre de 2018 puede suponer un punto de inflexión en el independentismo catalán. Después de varios meses de incertidumbre e hipótesis, los dos principales partidos soberanistas del Parlament han visibilizado un desencuentro anunciado. ERC se ha aliado con el PSC para dejar sin efecto la delegación de voto de los diputados suspendidos, Carles Puigdemont y otros tres miembros de Junts per Catalunya (JxCat).
Los republicanos y socialistas han seguido las recomendaciones de los letrados del Parlament de Cataluña, quienes advirtieron al presidente de la Cámara, Roger Torrent, que permitir la delegación de voto de diputados suspendidos iba en contra del Tribunal Supremo.
Esquerra Republicana decidió hace varios meses relevar a los diputados suspendidos, como Oriol Junqueras y Raül Romeva, para cumplir con la legalidad. Sin embargo, Junts per Catalunya sigue manteniendo la titularidad de diputados suspensos, como Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull.
De hecho, los neo-convergentes han asegurado que no los sustituirán, provocando que el independentismo no tenga mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña. En estos momentos, el soberanismo (ERC, JxCat y CUP) tendría en el mejor de los casos 65 escaños. Los mismos que suman las otras cuatro formaciones de la Cámara.
A veure @KRLS o acceptes la formula que permet que el teu vot sigui efectiu o torna per fer-ho personalment. Deixa de demanar als altres el que tu no estàs disposat a fer
— Jordi Coronas (@jordicoronas) 9 de octubre de 2018
Este martes, el Parlament celebrará el Debate de Política General.