Las apuestas y los juegos de azar ganan terreno en la ‘tarta’ del comercio electrónico en nuestro país. Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondientes al primer trimestre del año, suponen ya la primera rama de actividad por número de transacciones, por delante del transporte terrestre, los discos y libros o las prendas de vestir. En cuanto a ingresos, escalan posiciones y ocupan el cuarto puesto: hace un año no pasaban de séptima posición.
De las 156,6 millones de operaciones de compraventa ‘online’ realizadas hasta marzo, más de un 7% se enmarcaban dentro de la categoría de las apuestas y juegos de azar, casi dos puntos por encima del porcentaje registrado en el mismo período de 2017. Ya lideraron el ranking de ramas de actividad con mayor número de transacciones del comercio electrónico el trimestre pasado (el último de 2017) y ahora repiten con un mayor peso, por lo que parece que empiezan a afianzarse en la cumbre.
Aunque por volumen de negocio aún les queda mucho para superar a las actividades relacionadas con el turismo (las agencias de viajes acaparan el 14,9% de la facturación total del comercio ‘online’ y el transporte aéreo, el 10,8%), el sector del juego avanza hacia el ‘podium’, con un 4,2% de los ingresos totales, lo que se traduce en una facturación de cerca de 380 millones de euros en tres meses.
El peso de los juegos de azar y las apuestas en las ventas ‘online’ crece además al tiempo que se dispara el propio comercio electrónico: de enero a marzo, la facturación aumentó un 32,8% hasta rozar los 9.000 millones, mientras que el número de operaciones se incrementó en un 31,5%.
Los datos de la organismo regulador confirman así el auge de las casas de apuestas y avivan el temor sobre sus posibles efectos en la juventud. Según el Informe Trimestral del Juego Online referente al segundo trimestre del año y publicado a finales de agosto por el Ministerio de Hacienda, en España, el número de usuarios de este tipo de actividades superó los 850.000 de cara al Mundial de Fútbol celebrado en Rusia y las ganancias de los operadores (el importe total de las cantidades dedicadas a la participación en el juego menos los premios satisfechos a los ganadores) se disparó un 40%, hasta los 167 millones.
