El Gobierno, contrario a revalorizar las pensiones al IPC de forma permanente

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El Gobierno, contrario a revalorizar las pensiones al IPC de forma permanente

El secretario de Estado de la Seguridad Social alerta que ligar las pensiones a un “único indicador” puede causar “efectos más perversos que positivos”.

    Marea marrón

    En el mismo día en que los pensionistas se han manifestado frente al Congreso de los Diputados por unas “pensiones dignas” y por la revalorización de acuerdo al IPC, el Gobierno ha querido lanzar una advertencia. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha señalado que ligar las pensiones a un único indicados puede tener “efectos más perversos que positivos”.

    “Las indexaciones a un único indicador probablemente siempre causan a largo plazo más efectos perversos que positivos”, ha manifestado Granado durante su asistencia a la presentación del informe ‘Las pensiones en España’ realizado por el Consejo General de Economistas.

    Pese a recalcar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está comprometido con la revalorización de las pensiones, el secretario de Estado ha recordado que lo que se está tratando es el procedimiento. Es decir, según Granado, si debe estar ligado al IPC, al crecimiento del PIB, a los ingresos del Estado o a las cotizaciones, entre otros.

    Aun así, el dirigente ha destacado que el debate acabará solventándose con una revalorización razonable para 2019. Según ha reseñado, esa subida servirá para mantener el poder adquisitivo. En este sentido, ha apuntado que luego habrá otro indicador, de carácter permanente, que cuente con un acuerdo “suficiente” en el Pacto de Toledo.

    “Si reconocemos que España es un país con una esperanza de vida muy alta, tenemos que asegurar una pensión inicial razonable y luego garantizar su revalorización. El pensionista no puede actuar de la misma forma que un activo para compensar los problemas de su vida”, ha analizado.

    Por último, el secretario de Estado ha adelantado que el Ejecutivo vería con buenos ojos que, en el Pacto de Toledo, se valorara la posibilidad de que el Fondo de Reserva se nutriera también de aportaciones de la economía española y no sólo del sistema de pensiones.

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