El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Gobierno propondrá en el Congreso de los Diputados una reforma constitucional para suprimir los aforamientos. La idea del jefe del Ejecutivo es que esa medida entre en vigencia en 60 días tras su tramitación.
Pedro Sánchez ha acudido a la Casa América de Madrid para participar en el acto Avanzamos, donde el presidente ha hecho balance de los primeros 100 días al frente del Ejecutivo.
“Si todos actuamos con altura de mira esta reforma entrará en vigor en solo 60 días. Quiero suprimir los aforamientos”, ha asegurado Sánchez, quien espera contar con el apoyo de la Cámara.
“Daríamos un ejemplo de solidaridad, generosidad y empatía. El reto debe ser que los ciudadanos vuelvan a creer en la política”, afirma el presidente de un Gobierno que pone “el espíritu de la ejemplaridad” detrás de las medidas aprobadas.
Sánchez ha sacado pecho por las políticas implementadas en estos tres meses, entre las que destaca “la lucha contra la violencia de género, la pobreza infantil y la precariedad laboral”. Además, el jefe del Ejecutivo ha valorado positivamente el cambio llevado a cabo en RTVE así como la voluntad por aumentar la inversión en los servicios públicos esenciales, como Educación y Sanidad.
Los números necesarios para la reforma
Una reforma constitucional como la que desea Pedro Sánchez requiere el apoyo de una mayoría de dos tercios en el Congreso de los Diputados. Es decir, 233 de 350 diputados deben votar a favor.
Eso quiere decir que la pelota queda en el tejado del Partido Popular, que cuenta con 134 escaños en la Cámara Baja. Si Pablo Casado decide que su grupo parlamentario vote en contra de la propuesta socialista, el aforamiento seguirá operativo.
Un aforamiento que, según aseguró la ministra de Justicia Dolores Delgado, le ha valido a Casado para no ser imputado (de momento) por el caso del máster de la URJC.
En España hay un total de 17.000 cargos públicos que están aforados.
