Un obispo alemán pide autocrítica radical de la Iglesia por los casos de abusos

Abusos sexuales

Un obispo alemán pide autocrítica radical de la Iglesia por los casos de abusos

"Siento enojo, tristeza, consternación, vergüenza y espanto por todo lo que ocurrió".

Iglesia vidriera jesus

El obispo de la ciudad alemana de Passau, Stefan Oster, exigió hoy una autocrítica radical por parte de la Iglesia en reacción a los numerosos casos de abuso sexual destapados en el país. «Siento enojo, tristeza, consternación, vergüenza y espanto por todo lo que ocurrió», dijo el prelado en un mensaje de video emitido días después de que salieran a la luz miles de casos de abusos por parte de sacerdotes alemanes en las últimas décadas.

«Necesitamos una forma radical de autocrítica», urgió.

Para Oster, el «sistema eclesial» tuvo la culpa de que se llegara tan lejos. «Mucho de lo que ocurrió era parte de un sistema. Demasiadas veces prevaleció la protección de la Iglesia como institución o la reputación del sacerdocio», dijo Oster.

«¿Tenemos la voluntad de reconocer nuestra culpa, también la culpa de todo el sistema del que formamos parte?», se preguntó. «¿Estamos en condiciones de cambiar el sistema que se decanta más por la autoprotección que por proteger a las víctimas?», continuó.

Un informe de la Conferencia Episcopal Alemania sobre los casos de abuso sexual en la Iglesia alemana arrojó resultados estremecedores. Según adelantaron los semanarios «Der Spiegel» y «Die Zeit», en el periodo entre 1946 y 2014 se contabilizaron un total de 3.677 casos de abusos sexuales a niños y adolescentes por parte de 1.670 clérigos.

El informe será dado a conocer oficialmente el 25 de septiembre.

«Sabemos muchas cosas, pero seguramente no sabemos todo», comentó el dignatario, convencido de que hay más víctimas que las que detalla la investigación. «La situación es peor de lo que sabemos. Y lo que sabemos es de por sí horroroso». Oster se preguntó también si la Iglesia podrá recuperar la confianza de los fieles.

El criminólogo Christian Pfeiffer, quien en un principio había recibido el encargo de dirigir el estudio pero se retiró por diferencias con la Iglesia, dijo al «Spiegel» que el informe tenía «muchos puntos débiles».

«En este estudio no se interrogó a todas las personas posibles», señaló. Pfeiffer criticó la decisión de la Iglesia de no permitir que los especialistas de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen examinaran los documentos por cuenta propia y se tuvieran que apoyar en los datos ofrecidos por la propia institución.

Fue «un gran error», dijo Pfeiffer, y demandó un nuevo estudio «que arroje luz en todo este campo oscuro».

Los casos de abusos sexuales en la Iglesia alemana se suman a los denunciados en otros países como Chile, Irlanda, Australia y Estados Unidos. El papa Francisco convocó a una reunión para principios del año próximo a los principales líderes de la Iglesia católica para abordar las formas de proteger a los niños de abusos por parte de sacerdotes.

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