Incertidumbre, falta de personal, presión… así están los laboratorios privatizados en Madrid

Privatización

Incertidumbre, falta de personal, presión… así están los laboratorios privatizados en Madrid

La plantilla de los análisis clínicos de los ‘hospitales de Aguirre’ alerta de la situación laboral y asistencial que sufre. Garrido “se desentiende” y apuesta por seguir privatizando.

Laboratorio ciencia investigación

Los laboratorios de análisis clínicos de los llamados ‘hospitales de Aguirre’ en Madrid están sumidos en la incertidumbre ante los planes de la Comunidad de Madrid. El contrato que firmó el Gobierno de Esperanza Aguirre finaliza a finales de 2018 y no hay más noticias que la comunicación de Ángel Garrido al PSOE en una respuesta parlamentaria.

La privatización de este servicio esencial en la sanidad pública madrileña continuará, tal y como se respondió. Aun así, varios trabajadores no se están quedando de brazos cruzados. Ha nacido la plataforma SOS Laboratorios Madrid y ya se ha difundido su primer comunicado.

“Estábamos esperando a los acontecimientos hasta que el comité de empresa nos comunicó a finales de agosto que la Comunidad de Madrid no se va a responsabilizar de la subrogación”, relata un miembro de esta plataforma a EL BOLETÍN. Pide guardar el anonimato: la preocupación y el temor a las “represalias” existe.

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Pese a ello, esta profesional cree que es el momento de dar un paso al frente: “¿Vamos a estar esperando a que salgan los pliegos?”. A finales de noviembre, el concurso adjudicado por el entonces consejero de Sanidad, Juan José Güemes, a BR Salud toca a su fin tras la última prórroga –la cual los trabajadores la desconocieron-.

No se tienen noticias del futuro laboral de estos profesionales, aunque el que sí las tuvo fue el propio Güemes cuando fichó por esta compañía al salir del cargo público. Ahora, únicamente existe el deseo de la Comunidad de Madrid de mantener la privatización y de olvidarse de una posible subrogación.

La actitud del Gobierno madrileño no termina de sorprender a la plantilla. “Desde que se adjudicó el contrato, la Comunidad se ha desentendido, no se ha preocupado por los pliegos iniciales”. Esta trabajadora pone sobre la mesa la situación: “No se cumple el número de técnicos en plantilla, ni la presencia mínima”.

Según narra a este medio, la falta de personal ha llegado al punto de que en ocasiones no se pueden “hacer huelgas por estar bajo mínimos”. Algo que afecta a todo el entramado del servicio: a los propios trabajadores y al paciente. “Trabajamos bajo mucha presión, todo es urgente”, resume.

Los efectos de la privatización

La ecuación para esta representante de SOS Laboratorios Madrid es sencilla: “Con mayor presencia de personal, la calidad sería mejor. Lo hemos dicho por activa y por pasiva”. No es una suposición, lo vive en el día a día. Sin ir más lejos, cierto trabajo que se hacía de manera urgente por la mañana, pasó a hacerse por la tarde después de algun reajuste en la plantilla.

No se cumple el número de técnicos en plantilla, ni la presencia mínima. Con mayor presencia de personal, la calidad sería mejor. Lo hemos dicho por activa y por pasiva

“¿Por qué un día era urgente y se tenía que hacer por la mañana y luego no cuando quitaron la presencia?”, se pregunta. Momento en el que expulsa la palabra privatización sumándole también esa falta de control por parte de la Comunidad de Madrid.

En este sentido, la trabajadora recuerda que antes de la adjudicación, cuando el único jefe era el consejero de Sanidad y no una compañía privada, había, por ejemplo, una persona para analíticas otra persona para micro. “Ahora solo hay una para ambas cosas”, matiza. “No cumplir los pliegos hace mella”, completa.

Incertidumbre en los laboratorios de análisis clínicos de Madrid ante los planes privatizadores

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No fue el único que cambio que vivieron los profesionales con la llegada de BR Salud. Sin ir más lejos, las condiciones laborales se endurecieron. “Llegamos a ir a juicio porque nos quitaron los incentivos que teníamos con la empresa pública”, sentencia. Hubo más: también se multiplicaron los turnos de noche.

Según apostilla, bajo la dirección de la pública, al mes se hacían entre tres y cuatro noches. Era inamovible. Por salud mental y física. La entrada de la empresa privada hizo que se llegasen hasta un total de diez días al mes en este turno. “No son consciente del impacto que supone este turno; juegan con nuestras vidas”, denuncia la trabajadora.

Mientras, la Comunidad de Madrid continuaba y continúa con sus oídos sordos. “De hecho, no sé si saben todo esto”, confiesa. “Ni sabemos si conocen que BR Salud mete a trabajadores propios –no subrogados de la pública- con diferentes condiciones en los hospitales públicos, que trabajan más horas y por menor salario”, ejemplifica.

Un recorrido bajo el camino de BR Salud que, a priori, podría finalizar a finales de año. La compañía puede presentarse al nuevo concurso. ¿Pero qué concurso?

Al igual que Eduardo Mendoza no tuvo noticias de Gurb, los laboratorios de los ‘hospitales de Aguirre’ siguen sin noticias de la Comunidad de Madrid y de su futuro laboral. Pero esta vez no se trata de una novela humorística.

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