Los guardias civiles alertan de la alta vulnerabilidad de las casas cuartel a atentados terroristas

Interior

Los guardias civiles alertan de la alta vulnerabilidad de las casas cuartel a atentados terroristas

La AUGC reclama un plan integral que contemple, entre otras medidas, cámaras de seguridad en todas las instalaciones de la Guardia Civil y garajes propios donde dejar los vehículos oficiales.

Unidad de Acción Rápida de la Guardia Civil.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncia que los agentes no están suficientemente protegidos ante un intento de atentado terrorista e insisten en reclamar que se aumenten las “medidas de autoprotección”. Dicha reivindicación vuelve a tomar fuerza esta semana tras el ataque de un hombre de nacionalidad argelina el pasado lunes en una comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cornellà.

Dicha asociación profesional –mayoritaria en el Instituto Armado- reclama la puesta en marcha de un plan integral que suponga la mejora de las instalaciones y de la dotación del material con el que trabajan los agentes, “además de una formación específica que prepare a los guardias civiles ante ataques como el que se produjo el lunes”.

AUGC alerta del punto débil que supone para la seguridad de los guardias y sus familias el hecho de vivir en casa cuartel “que no fueron construidas hace décadas pensando en la autoprotección de los guardias civiles, por lo que todavía hoy muchas de ellas resultan altamente vulnerables ante cualquier intento de atentado”, recalcando que “existen aún numerosas casas cuartel construidas hace décadas que no garantizan unos mínimos parámetros de seguridad”.

Tal y como denuncian los agentes, no contribuye precisamente a la seguridad el hecho de que las casas sean tan viejas, tal y como reconoció el Gobierno en marzo pasado cuando a preguntas del PSOE informó que “la antigüedad media del total de 2.370 acuartelamientos de la Guardia Civil que operan actualmente en España sea de 40,7 años”, y que en más de la mitad de las provincias varios de esos cuarteles superan ese tiempo.

AUGC recuerda que a la falta de seguridad se suma el deficiente estado de habitabilidad de los pabellones afectados en muchos casos de humedades pésimo aislamiento térmico, sanitarios deteriorados o instalaciones eléctricas obsoletas”.

Además, esta asociación profesional considera que “todas las instalaciones de la Guardia Civil deberían contar con cámaras de seguridad y garajes propios donde dejar los vehículos oficiales, puesto que en muchas ocasiones estos han de ser aparcados en la calle, ante la falta de espacios propios habilitados para ello”.

La escasez de chalecos antibalas “para prestar un servicio de garantías en las circunstancias actuales de peligrosidad” es otra circunstancia de la que se vienen quejando reiteradamente los guardias civiles, no solo desde a AUGC sino también de otras asociaciones profesionales como la Unión de Guardias Civiles, (UniónGC). Dichos colectivos recriminan no sólo la insuficiencia de estos chalecos -dicen que no hay ninguna unidad todos los agentes dispongan de su propio chaleco- sino que además no haya bastantes chalecos femeninos y que tampoco se haya tenido en cuenta las tallas ni la fisonomía de los guardias a la hora de la adjudicarlos por lo que no son efectivos.

Y los consideran tan vitales para su integridad que han llegado a pagarlos de su propio bolsillo, lo que no ha solucionado para nada el problema ya que no les han autorizado a utilizarlos .

Otra medida de autoprotección que reclaman, por ejemplo desde la AUGC desde la es que se proporcione a los guardias civiles pistolas Taser, de manera que cuenten con una opción intermedia entre el uso de su arma de fuego y la simple porra.

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