El ‘chollo’ de las empresas con las horas extras

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El ‘chollo’ de las empresas con las horas extras

El número de horas que exceden la jornada laboral crece de abril a junio en relación al primer trimestre con el agravante de que el 44% no se pagan.

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El número de horas extra trabajadas –tanto pagadas como no remuneradas- ha crecido en el segundo trimestre del año respecto a los tres primeros meses de 2018 y además ha alcanzado su máximo en la última década: entre abril y junio se han realizado una media de 6,8 millones de horas extra a la semana, según los datos de la Encuesta de Población Activa, la cifra más alta desde el segundo trimestre de 2009.

Las horas extra a la semana que se trabajaron de abril a junio superan los 6,4 millones semanales del primer trimestre, y en este periodo también creció el número de horas extra gratis que fue de unos tres millones frente a los 2,8 millones que se contabilizaron en el primer trimestre de año.

El sindicato CCOO es el que la voz de alarma ante esta evolución al alza del número de horas extras en 2018, recordando que de este elevado volumen de horas trabajadas como prolongación de la jornada habitual, solo se ha pagado (con dinero o compensadas con tiempo de descanso) el 56% de las horas extras trabajadas, mientras que el 44% restante no han sido compensadas ni con salario ni con tiempo de descanso, un indicador de “precariedad laboral” que “perjudica tanto a las personas que trabajan esas horas sin percibir la remuneración que les corresponde como al conjunto de la sociedad al no tributar los salarios que la empresa debería haber abonado y lastrar de esta manera los ingresos de la Seguridad Social al no declararse y cotizar por esas horas trabajadas”.

Además, la organización sindical hace notar el daño que el abuso de esta práctica empresarial hace a la economía al afectar a la creación de empleo y afirma que con las horas extra trabajadas en el segundo trimestre de 2018 (6,8 millones de horas a la semana) se podrían haber creado 170.600 empleos asalariados a jornada completa (40 horas/semana), mientras que el volumen de horas extras pagadas (3,8 millones de horas a la semana) equivaldría a la creación de 95.900 empleos asalariados a tiempo completo (40 horas/semana) y que los 3 millones de horas extra no pagadas se cubre una carga de trabajo equivalente a la de crear 74.700 empleos asalariados a tiempo completo.

Máximos de la década

El sindicato explica que no sólo el número de horas está en máximo desde 2019, sino que cifra de personas que prolonga su jornada habitual y realiza horas extra se sitúa también en los máximos de la última década, Informa que en el segundo trimestre de 2018 ha habido una media de 825.500 personas que han realizado horas extra a la semana, de las que 415.400 personas han recibido una compensación por trabajar esas horas (el 50%), 364.400 personas no han percibido compensación por realizar esas horas (el 44%) y 45.700 personas han trabajado horas extras, pero solo han percibido compensación por una parte de las horas trabajadas mientras que otra parte de las horas no ha sido pagada o compensada con tiempo de descanso (el 4%).

Los sectores que concentran un mayor volumen de horas extra trabajadas son, por este orden: industria manufacturera, comercio y reparación de vehículos, hostelería, sanidad y servicios sociales y construcción.

El sindicato aclara que en todos los sectores se realizan horas extra pagadas y también se trabajan horas extras no pagadas. Y explica que las horas extra pagadas son claramente mayoritarias en industria manufacturera, construcción, sanidad y servicios sociales o agricultura y ganadería. Por el contrario, las horas extra no pagadas son mayoría dentro de las horas extra trabajadas en las ramas de hostelería, educación, actividades financieras y de seguros, actividades profesionales, científicas y técnicas.

La industria, la construcción y la agricultura tienen un peso muy relevante en las horas extra pagadas (concentran el 39% de dichas horas) pero solo suponen el 21% de las horas extra no pagadas. Es decir, es en los servicios donde se concentran las horas extra (algo lógico dado que concentra la mayor parte del empleo) pero tiene un peso muy superior entre las horas extra no pagadas (el 79%) lo que refleja que las situaciones de explotación y prolongaciones no legales de jornada laboral se concentran en este sector.

Las ramas de hostelería, comercio y reparación de vehículos, educación, actividades profesionales, científicas y técnicas y actividades financieras y de seguros concentran más de la mitad (54%) de todas las horas extras no pagadas que se trabajaron en España en el segundo trimestre de 2018. Sin embargo el peso de estas mismas ramas entre las horas extra pagadas es mucho menor y solo concentran un porcentaje reducido de las horas extras pagadas (el 26% del total).

Controlar los abusos

La preocupación de los sindicatos por el aumento de las horas extra en negro crece y UGT también reclama medidas para acabar con el fraude de ese trabajo que no se paga, especialmente a base de inspecciones. La semana pasada la denuncia contra las horas extras «fraudulentas» la hizo su vicesecretaria general, Cristina Antoñanzas, quien en una entrevista en Canal Sur Radio reclamó al Gobierno que destine más recursos a la Inspección de Trabajo y a la Seguridad Social a fin de “controlar los abusos que sufren una gran parte de los trabajadores y trabajadoras, que se ven obligados a realizar una gran cantidad de horas extras que no son remuneradas ni compensadas con tiempo de descanso”».

La dirigente de UGT propuso, por ejemplo, a una reforma legal que obligue a establecer en el contrato de trabajo el horario que tendrá que realizar el trabajador, con lo que se evitaría que los empresarios puedan eludir las inspecciones que tratan de concretar la jornada que realizan los trabajadores de la empresa inspeccionada.

Para la vicesecretaria general de UGT, el exceso de horas extras tiene que ver con la infracontratación en la que se encuentran las empresas en España, denunciado que las empresas no quieren contratar, y cuando hay puntas de producción, en lugar de contratar más personal, incrementan las horas extras de los trabajadores disponibles.

Y aclaro que UGT no está en contra de las horas extras, sino de su realización según lo pactado en los convenios colectivos, al considerar que “las horas extras hay que pagarlas, y cotizar por ellas”.

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