Tailandia está desbordada: ya no quiere más basura electrónica de Europa y EEUU

Basura electrónica

Tailandia está desbordada: ya no quiere más basura electrónica de Europa y EEUU

Desde que China decidió dejar de importar basura de otras partes del mundo, Tailandia se ha inundado de desechos, principalmente de productos electrónicos.

Basura electrónica

Al año se generan en todo el planeta cerca de 45 millones de toneladas de basura electrónica, un “problema creciente para el medio ambiente y la salud” que la ONU espera que aumente hasta alcanzar los 52,2 millones en 2021, convirtiéndose en el tipo de residuos que más rápido crece del mundo. Los países más ricos afrontan en muchas ocasiones este creciente problema enviando sus desechos a naciones del Sudeste Asiático y África, con leyes medioambientales más laxas. En los últimos meses, Tailandia ha sido el destino principal de teléfonos y ordenadores desechados procedentes de EEUU, Europa, Singapur o Japón y la situación empieza a desbordarse, por lo que el gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto.

El Ejecutivo tailandés ha anunciado que dejará de importar basura electrónica y residuos plásticos para aliviar los severos problemas ecológicos que está experimentando el país y evitar convertirse en el gran contenedor del mundo. Las medidas llegan después de que la policía del puerto de Laem Chabang, al sur de Bangkok, denunciara la llegada de contenedores llenos de toneladas de componentes electrónicos desechados e importados sin los permisos pertinentes.

Los medios del país dieron además la voz de alarma sobre el incremento de las cantidades de desechos electrónica procedente de otros países, después de que China, hasta ahora el mayor importador mundial de residuos, aplicara regulaciones más estrictas a la importación de basura a comienzos de este año.

Según The Guardian, hasta entonces el 70% de todos los desechos electrónicos acababan en China, pues además de los residuos propios (es uno de lo mayores fabricantes de dispositivos electrónicos) importaban grandes cantidades de otros lugares. Sin embargo, en cerró sus puertas a prácticamente toda la basura extranjera. Desde entonces, se han abierto numerosas plantas de reciclaje en Tailandia por parte de empresarios que buscaban sacar tajada del ‘portazo’ chino.

Los residuos electrónicos pueden tratarse para extraer componentes valiosos que contienen los ‘smartphones’, videoconsolas u ordenadores, como el oro, la plata y el cobre, pero también incluyen materiales peligrosos como plomo, mercurio y cadmio.

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