Todo el mundo debería tener unas nociones básicas sobre cómo cuidar y tratar los alimentos para así evitar intoxicarnos y sufrir molestas e incluso posibles enfermedades con unos síntomas que en algunos casos más extremos, no tienen solución.
Los sistemas de gestión alimentaria como IPYC son importantes ya que se encargan de que esta distribución de alimentos cuente con las normativas de seguridad establecidas, asegurándose así de que las probabilidades de intoxicarnos sean mínimas.
Podemos decir entonces que una buena seguridad alimenticia está directamente ligada a nuestra salud. Es importante que se transmita la máxima confianza posible a los consumidores habituales en los distintos entornos donde se adquieran estos productos, sin importar si se trata de un mercado nacional o internacional.
Si miramos hacia nuestro país, es la propia Unión Europea la que establece normas legales con el objetivo de prevenir todos estos posibles problemas, pudiendo así reducir e incluso eliminar ese riesgo para nuestra salud que existe al comer alimentos manipulados.
Aunque claro está, esto es mucho más complejo si se quiere tener una seguridad alimentaria que cumpla con todas las normativas. Debemos de tener en cuenta que existen muchos tipos de controles oficiales que son los que dicen si se ha cumplido o no el objetivo y si existe algún tipo de riesgo para los consumidores finales, que al fin y al cabo son los que tienen que basarse en su fiabilidad para adquirir los diferentes productos.
También se realizan distintos procesos analíticos en laboratorios, sin menospreciar a los controles de control e inspección. Todos los resultados que estas analíticas nos ofrezcan deben ser fiables y que se pueda demostrar su porqué en el caso de que ocurra algo o que la propia sanidad sea la que expanda una alarma por algún motivo.
La aceptación internacional es la que más tiene que decir de todo esto, ya que es la indicada de decir que ese producto es saludable para su población y hace posible que se puedan implantar diferentes sistemas basados en el control, como los propios laboratorios donde se analizan cientos de productos cada día con el único fin de asegurarnos un consumo sano.
Como podéis apreciar, todo el sistema donde se comprueba tanto su autentificación como su seguridad para el consumo es un factor bastante importante, aunque no podemos dejar de hablar de la distribución, ya que está considerada en la actualidad como otro de los factores más importantes y donde se juega un papel muy importante que recae en la inocuidad de los propios alimentos. Es en este proceso donde se ha de demostrar por diferentes ensayos que se cumplen todos los requisitos de seguridad establecidos.
Conocido todo esto, ahora sabemos que existe otro mundo dentro de la gestión alimentaria donde se hace un estricto seguimiento de cada producto con el objetivo de que se pueda garantizar su buen estado y se eviten problemas de intoxicación o enfermedades que puedan tener consecuencias negativas en nuestro organismo, poniendo así en peligro nuestra salud y, en el peor de los casos, que tengamos problemas muy difíciles de solventar.
