Actuaciones inteligentes, proactivas, colaborativas y con incentivos múltiples

Tribuna

Actuaciones inteligentes, proactivas, colaborativas y con incentivos múltiples

Venezuela ha asumido con entusiasmo las posibilidades brindadas por el Decreto 3196 según el cual todas las criptomonedas son consideradas activos financieros y ninguno es ilegal.

Criptomonedas

El título de este artículo expresa los atributos intencionalmente definidos a nuestra aproximación a la Deontología de la Criptoeconomía; pero, también la actitud general aconsejable a los formuladores de políticas frente al conjunto de cambios globales en el contexto actual, la llamada 4IR (Cuarta Revolución Industrial).

La complejidad, variabilidad y otros exigentes atributos del entorno actual y la dinámica de la plétora de recursos -nuevos, innovativos, disruptores, inciertos, etc.- obligan a una muy exigente prospectiva relativa a los atributos de la gestión y a un agenciamiento de procesos estratégicos que exigen nuevas actitudes y actuaciones, también complejas. No se puede entrar a la nueva dinámica del mundo con hábitos inerciales. Manda el cambio y demanda una calidad especial de aproximación y gestión.

Hablamos de aproximación inteligente para referir que los formuladores y gestores de políticas son capaces de definir permanentemente sus metas de corto plazo, con base en el plan de largo plazo, derivado del apropiado diagnóstico y las definiciones prospectivas y estratégicas más exigentes. De acuerdo a ello, el largo plazo es el medio garante del pase de las metas cumplidas a las metas por cumplir y de la permanente actualización de objetivos.

También referimos y nos basamos en actuaciones proactivas que pasan del interés por el hecho cumplido a otras, interesadas en la prospectiva relativa a las condiciones iniciales y los procesos favorables a los mejores resultados de la Criptoeconomía. Eso, con la finalidad de permitir y fomentar la dinámica del entorno y no de limitarla. Esto es muy importante. Respecto a lo criptoeconómico sigue dominando un ethos conservador, restrictivo, timorato.

Hablamos de actuaciones colaborativas por cuanto se pasa de hechos estatales a hechos societales. El Estado, en su actuación, va al encuentro de la sociedad, con énfasis en los operadores y los incorpora a sus tareas, a la vez que les permite sus propias iniciativas para la solución de problemas. Significa la incorporación de la sociedad a la procura de esas soluciones.

Finalmente, hablamos de actuaciones con incentivos múltiples, por derivación de los varios atributos anteriores y la consideración de muy diversas líneas de acción, para la actuación efectiva. Un conjunto de “materias primas”, tipos de apertura -al sistema intencional y a la sociedad toda- y diversos procesos complementarios definen muy diversos tipos de incentivos necesarios. El énfasis en las condiciones iniciales y en el proceso garantizan o facilitan los resultados esperados. No se actúa ex-post, sino ex-ante.

Todo lo anterior se refleja en un Plan Estratégico (ver el gráfico adjunto), cuya operacionalización se cumple bajo un riguroso método, altamente probado en nuestra trayectoria profesional. Una situación deseada, tomada como definición normativa, preferencia a partir de un ejercicio prospectivo o de una revisión de problemas, define diversos “caminos” complementarios a transitar. Manda la complejidad. No hay planes unidimensionales.

Pasado el receso veraniego entraremos con fuerza en un ejercicio de aplicación de la heurística presentada a los afanes deontológicos en la Criptoeconomía. Nuestro “Grupo” ha demostrado una inusitada capacidad de producción de resultados. En reciente congreso internacional mostramos cinco productos de desarrollo e innovación en apenas unos seis o siete meses de trabajos.

Y es que Venezuela ha asumido con entusiasmo las posibilidades brindadas por el Decreto 3196, del 8 de diciembre del año pasado, según el cual todas las criptomonedas son consideradas activos financieros, sujetos a las normas del Decreto, y ninguno es ilegal. La Criptoeconomía es hoy objeto de altísimo interés a los venezolanos; así como lo es a sus practicantes en el nivel global.

En lo profesional, transitamos el campo. Pronto, estaremos en tareas “evangelizadoras” en Barinas, Barquisimeto y San Felipe, en el occidente y el centro-occidente del país. Pero, más allá, miramos y nos interesamos en cómo el conjunto de procesos implicados en los cambios tecnológicos actuales definen condiciones y oportunidades -también amenazas a considerar- para un nuevo piso civilizatorio. Frente a las brumas, vocación, actitudes y conceptos apropiados para el cambio.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos» y es facilitador del Diplomado en Criptomonedas del Ceate-FACES-UC. Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo

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