Los problemas de la migración tecnológica de TSB, su filial británica, se han dejado notar con fuerza en los resultados presentados por Banco Sabadell de la primera mitad del año, pero la entidad descarta que puedan impedirle alcanzar los objetivos planteados en su plan estratégico hasta 2020.
Así lo ha señalado hoy el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, que ha ratificado que los objetivos del plan estratégico “se mantienen al 100%”. De acuerdo con el ‘Plan Estratégico para el período 2018-2020’ anunciado en febrero de este año, la entidad espera alcanzar un beneficio de alrededor de 1.400 millones de euros al cierre de 2020, un 75% más que en 2017, mientras que la rentabilidad prácticamente se duplicará, hasta alcanzar un ROTE del 13%.
Durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados del primer semestre, Guardiola ha asegurado además que los planes para TSB “no cambian” pese a los problemas de la integración tecnológica, descartando por completo una venta como se ha especulado en la prensa británica. El banquero ha recordado que esta migración era una “operación muy compleja, sin parangón”, ya que hubo que hacer una extracción de datos de una “cifra astronómica de cinco millones de clientes” y llevarlos a una plataforma nueva.
“El objetivo es conseguir la estabilidad total de la plataforma y poder decir que está operando con toda normalidad”, ha señalado Guardiola, que ha reconocido que los problemas de la integración –TSB llegó incluso a desconectar su plataforma online– se tradujeron en la pérdida de 26.000 clientes, aunque lograron ganarse otros 20.000 de la competencia.
El banco, que está “investigando qué cosas fallaron”, se enfrenta a unas 130.000 quejas de clientes de TSB, para cuya gestión se han provisionado 92,4 millones de euros para futuras compensaciones.
Guardiola ha tenido que enfrentarse a una batería de preguntas sobre el impuesto a la banca que ha planteado el Gobierno de Pedro Sánchez para ayudar a pagar las pensiones. El consejero delegado ha reflexionado que “poner impuestos sectorialmente” para solucionar problemas estructurales puede “distorsionar la competencia” y ha recordado que “la banca es un sector que paga muchos impuestos”, teniendo en cuenta el impuesto a los depósitos o que paga un impuesto de sociedades más elevado.
A juicio del banquero, un impuesto nuevo haría al sector “un poco menos atractivo”, y la banca “es un sector que si no logra levantar capital no puede acompañar al crecimiento de la economía”.
Banco Sabadell ha comunicado antes de la apertura de los mercados que en los seis primeros meses del año obtuvo un beneficio de 120,6 millones de euros, un 67,2% menos que en el mismo período del año anterior. Tras haber abierto la sesión con un desplome de más de un 7%, el castigo en Bolsa a las acciones del banco se moderaba a media sesión hasta un descenso de un 2,50%.
