“Padre de gueto, hijo de gueto”: Dinamarca endurece la ley en 25 barrios de inmigrantes

Inmigración

“Padre de gueto, hijo de gueto”: Dinamarca endurece la ley en 25 barrios de inmigrantes

El país está valorando duplicar las penas a los vecinos de zonas clasificadas como de residentes de minorías.

Copenaghe

Tiene todos los ingredientes para parecer un siniestro regreso al pasado, pero Dinamarca asegura estar trabajando para la integración: el gobierno danés está activando un conjunto de leyes para regular hasta 25 barrios de bajos ingresos y con fuerte presencia de migración musulmana, conocidos como “guetos”.

Según recoge The New York Times, estas normas contemplan medidas como que los “niños de los guetos” deban pasar obligatoriamente al menos 25 horas separados de sus familias, para una instrucción en “valores daneses”. El resto de ciudadanos puede elegir sin inscribir o no a los hijos en preescolar hasta los seis años. El incumplimiento puede conllevar la interrupción de ayudas sociales.

Pero no es la única medida: otra ley en tramitación entre las 22 propuestas del “paquete de gueto” apuesta por permitir que los tribunales impongan duplicar el castigo por ciertos delitos si se cometen en uno de estos 25 barrios, y según los ingresos de los residentes, su situación de empleo, el nivel educativo e incluso sus “antecedentes no occidentales”.

También contempla penas de cuatro años de prisión para padres que obliguen a sus hijos a visitas periódicas y prolongadas a su país de origen, que la norma contempla como “viajes de reeducación” que “dañan su escolarización”.

Todos estas duras normas fueron presentadas por el ejecutivo danés en marzo: una mayoría fueron acordadas por mayoría parlamentaria, y otras se votarán este otoño.

Según recoge el mismo medio, el ministro de justicia, Soren Pape Poulsen, defendió este verano: “Algunos llorarán y dirán: ‘No somos iguales ante la ley en este país’, y ‘algunos grupos son castigados más duramente’, pero eso es una tontería”, asegurando que las sanciones afectarían solo a las personas que rompan la ley.

“Eso son tonterías y basura. Para mí esto no va sobre quién vive en estas áreas y en quién creen, sino que tienen que profesar los valores necesarios para tener una buena vida en Dinamarca».

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