Amazon hace temblar en Bolsa a farmacias y paqueteras

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Amazon hace temblar en Bolsa a farmacias y paqueteras

La compañía de Jeff Bezos ha anunciado la adquisición de la farmacéutica 'online' Pillpack y busca alejarse de grandes compañías como FedEx y UPS echando mano de un sistema de pymes.

Jeff Bezos

El gigante Amazon sigue diversificando su negocio provocando una fuerte sacudida a grandes compañías de Wall Street: la plataforma de comercio electrónico ha dado un paso más en el asalto al mercado de la distribución farmacéutica, mientras avanza en sus planes para dejar de depender de compañías como FedEx y UPS para la entrega de los pedidos a sus clientes.

La empresa de Jeff Bezos ha dado a conocer su intención de hacerse con PillPack, una de las mayores empresa ‘online’ de venta de medicamentos en EEUU, enfocada a personas que tienen que tomar varias pastillas al día. Provee medicamentos a los usuarios en las dosis establecidas y se encarga de hacer llegar al consumidor la renovación periódica de los fármacos.

Los datos sobre el acuerdo no han transcendido, aunque se espera que se cierre durante los próximos meses cuando los reguladores de EEUU le den el visto bueno a la operación.

El anuncio ha caído como un jarro de agua fría para las cadenas de farmacias de EEUU, que no han tardado en hundirse Bolsa neoyorquina ante la amenaza que empezará a supone Amazon para su negocio. Walgreens, CVS Health, Rite Aid y McKesson las más importantes, han llegado a desplomarse casi un 10%. También compañías aseguradoras como UnitedHealth Group y Aetna se han visto afectadas por ‘terremoto’ provocado por los nuevos movimientos de Amazon.

La plataforma de comercio ‘online’ ya se había iniciado en el negocio de la venta de medicamentos con el lanzamiento de una línea de medicamentos sin receta fabricados exclusivamente para Amazon por Perrigo, con un precio más bajo que los que se pueden encontrar en EEUU en los establecimientos de CVS o Walgreens.

Pero la irrupción de la compañía fundada por Bezos en el terreno de la salud va más allá de los fármacos. A finales de enero, anunció una alianza con el banco JP Morgan y Berkshire Hathaway, la sociedad inversora del multimillonario Warren Buffet, para crear una compañía relacionada con la sanidad en EEUU. Ofrecerán, en un primer momento, solución de atención médica a un coste “razonable” y de “alta calidad” a sus propios empleados y sus familias, aunque la intención es que los servicios que extiendan para todos los trabajadores del país.

Otro de los sectores que temen la expansión de Amazon es el de la logística. Hace unos meses, The Wall Street Journal aseguró que la tecnológica estaba preparándose para lanzar su propio servicio de paquetería, lo que según los analistas le permitiría ahorrarse alrededor de 1.000 millones de dólares al año que habrían ido a para a grandes compañías de logística.

Poco a poco la empresa ha estado intentando tejer su propia red de logística y ahora ha empezado animar a empresarios a formar pymes de mensajería que se encarguen de repartir sus pedidos. En un comunicado, la plataforma explicó esta misma semana que “tomaría un papel activo para ayudar a los empresarios interesados a comenzar, configurar y administrar su propio negocio de entrega”.

La demanda de los clientes es más alta que nunca y tenemos una necesidad de construir más capacidad”, añadía en la nota, en la que aseguraba que las empresas solamente necesitarían para echar a rodar unos 10.000 dólares y podrían obtener unas ganancias de hasta 300.000 dólares anuales. El modelo del negocio propuesto por Amazon es una especie de sistema de franquicia.

Supone un fuerte golpe para empresas como FedEx y UPS que acumulan unas caídas en las dos últimas jornadas superiores al 5% y al 3%, respectivamente.

Según los datos recopilados por CNBC, tras estos dos anuncios de Amazon ocho compañías perdieron en total en la sesión de ayer en Wall Street 17.500 millones de dólares (más de 15.100 millones de euros). Las cadenas de farmacias borraron de su capitalización de mercado 14.500 millones (unos 12.500 millones de euros), mientras que el impacto en FedEx y UPS sumó 3.000 millones (cerca de 2.600 millones de euros)

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