El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, no pasa por sus mejores momentos políticos. Reprobado por toda la oposición en la Asamblea de Madrid, el dirigente madrileño ha sumado este jueves una denuncia de CCOO y de la AMPA del colegio público Cervantes de Getafe por la situación de las infraestructuras del centro escolar.
El sindicato la asociación de madres y padres del colegio getafense han pasado por registro en la sede de la Consejería de Educación su denuncia por la vía contencioso administrativa. Y tres son los protagonistas de esta denuncia: Van Grieken, la directora general de Insfraestructuras y el director del Área Territorial Madrid Sur de Educación.
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La construcción por fases que está impulsando la Comunidad de Madrid en los centros escolares trae sus consecuencias. Pero no solo en el CEIP Cervantes. “No es un caso aislado ya que solo en Getafe, alrededor de 500 niños y niñas sufren la política de construcción por fases”, ha explicado Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid.
Es más, los cálculos de la organización sindical pasan porque “más de 10.000 estudiantes de infantil y primaria” sufren esta misma situación que hay en Getafe. Mientras, los denunciantes han destacado que la Comunidad de Madrid no cumple con el Real Decreto que regula los requisitos mínimos que deben poseer los centros educativos, “algo que en el Colegio Cervantes de Getafe no se cumple por la política de construcción por fases”.
De esta manera, la AMPA y CCOO han decidido presentar la denuncia “para que se construya definitivamente el centro, pero también es un primer paso de actuaciones jurídicas sobre el asunto de la construcción por fases”.
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Según ha censurado Galvín, este escenario está vulnerando “el derecho a unas condiciones laborales dignas de los trabajadores y trabajadoras del centro, así como a una educación de calidad para miles de niños y niñas de la región”.
De hecho, como ha relatado Javier Torres, portavoz del AMPA del CEIP Cervantes, por segundo año, niños y niñas de tres años han tenido que desplazarse en autobús a otros centros por encontrarse en obras el Cervantes. En total, la construcción ya acumula un retraso de tres años.
Por el momento, falta el gimnasio, las salas de usos múltiples, la sala de atención a la diversidad o un espacio para reuniones de familiares con un mínimo de privacidad. Mientras, hay clases que se imparten en los pasillos, llegando a obstaculizar salidas de emergencia, según la AMPA del CEIP Cervantes.
