Siete de cada diez europeos no tiene contratado ningún producto de inversión

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Siete de cada diez europeos no tiene contratado ningún producto de inversión

Pese a llevar 10 años en un entorno de bajas rentabilidades, el 78% de los europeos encuestados por JP Morgan AM siguen apostando por las cuentas de ahorro y corriente.

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Los europeos siguen siendo muy conservadores a la hora de decidir qué hacer con su dinero y prefieren apostar por la seguridad de los productos de ahorro frente al riesgo y al desconocimiento de la inversión. Esta es la principal conclusión del primer Barómetro europeo de la inversión en rentas elaborado por JP Morgan Asset Management que refleja que el 80% de los encuestados tienen cuentas de ahorro y el 76% no tienen ni un solo producto de inversión.

Durante una década, estos ahorradores han experimentado tipos de interés a la baja o en mínimos en sus productos de ahorro, sufriendo los efectos de las bajas rentabilidades, señala el estudio, sin embargo, a pesar de que los mercados de renta variable, como el S&P500 de EEUU, se han multiplicado por tres desde las profundidades de la crisis financiera, los ahorradores siguen quedándose al margen.

El barómetro, que recoge las opiniones de más de 8.000 personas de Austria, Bélgica, España, Reino Unido, Alemania e Italia, refleja además que más de la mitad de los encuestados dicen que se plantean un horizonte de inversión de medio a largo plazo, pero su tendencia a evitar la inversión probablemente ponga en riesgo su futuro financiero a largo plazo.

Cuando se les preguntó cómo planeaban invertir en los próximos 12 meses, la mayor parte de ellos no lo sabían (43%) o bien planeaban seguir invirtiendo en liquidez y quedarse con sus cuentas bancarias (36%). En 2007, era posible obtener 4.650 euros de rentas por una inversión en un depósito bancario a tres meses de 100.000 euros. Esta misma cantidad invertida en marzo de este año generaría cero euros. La rentabilidad real media anualizada de la liquidez a lo largo de aproximadamente las dos últimas décadas, de 2000 a 2017, es negativa (-0,6%) comparada con la renta variable en el 4% y los bonos en el 4,6%. En otras palabras, los ahorradores que se aferran a las cuentas corrientes están perdiendo dinero.

El 62% de los encuestados creen que es probable que los tipos de interés sigan desalentadoramente bajos, pero no tienen clara cuál es la solución para aumentar sus rentabilidades. Casi un tercio (29%) de los encuestados no tiene opinión sobre las perspectivas de los tipos de interés, lo que indica una ignorancia sobre la repercusión que la inflación puede tener sobre el poder adquisitivo de la liquidez.

«Los participantes en el estudio parecen ser conscientes de que necesitan generar rentabilidades y se sienten decepcionados por las rentabilidades de sus ahorros depositados en liquidez, pero claramente no están colocando su dinero en las inversiones que realmente les ayudarían a conseguir sus objetivos. La liquidez simplemente no genera el nivel de rentabilidades que los consumidores necesitan para mejorar su futuro financiero”, destaca Massimo Greco, responsable de EMEA Funds, J.P. Morgan Asset Management.

¿Por qué no se invierten los ahorros?

Cuando se pregunta sobre las principales razones para no tener productos de inversión (aparte de la falta de ahorro), la mayor parte de los consumidores europeos afirman tener miedo de asumir riesgos o confiesan no conocer el funcionamiento de los mercados de capitales. Casi uno de cada cuatro encuestados (23%) aseguró que no entiende sobre inversión y prefiere mantenerse al margen. Aproximadamente otra cuarta parte (22%) de los encuestados indicó que le asustan las posibles fluctuaciones y las pérdidas que podrían causar.

Cuando se les pide que valoren su apetito de riesgo a la hora de invertir, el 40% señaló que era más importante preservar el capital existente que aumentar las rentabilidades de su inversión y otro 30% se describió a sí mismo como prudente, lo que indica lo profundamente conservadores que son los europeos en su apetito de riesgo.

Asimismo, ni siquiera la mitad (43%) de los encuestados europeos eran conscientes de que poseer acciones, bonos o fondos de inversión pudiera proporcionar una fuente de rentabilidad periódica, lo que indica el nivel de desconocimiento sobre conceptos básicos de inversión. Además, más de dos tercios (68%) de los encuestados no conocen o no entienden los beneficios de un fondo de inversión ampliamente diversificado como solución para su dilema de ahorro.

“Parece que por simple desconocimiento de los mercados y de las opciones de inversión los europeos se están quedando al margen. Los inversores necesitan planificar, ahorrar e invertir en base a las circunstancias actuales de los mercados, buscando la manera más idónea de lograr seguridad financiera a largo plazo. Aquellos que mantienen los ahorros en liquidez no están aprovechando la prima asociada con inversiones de más riesgo y están sacrificando el poder del interés compuesto, una de las mayores ventajas financieras de las que podemos disponer. El interés compuesto hace que las sumas de dinero crezcan a un ritmo más rápido que el interés simple, ya que se ganan rentabilidades sobre rentabilidades, lo que supone un efecto “bola de nieve” para los ahorros a lo largo del tiempo” afirma Greco.

“El miedo a las fluctuaciones del mercado y la falta de conocimiento sobre los mercados de capital no debe ser un obstáculo. Un primer paso para convertir a los ahorradores en inversores son los fondos multi-activo bien diversificados, que pueden ayudar a generar rentas periódicas con una sólida gestión del riesgo”, añade el experto de JP Morgan.

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