Interés bajo mínimos

Sucesión en el PP

Interés bajo mínimos

Hasta hora los responsables del PP se jactaban de contar con cerca de 900.000 militantes. La realidad se está demostrando otra.

María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García-Escudero y Fátima Báñez

Pocos votantes para muchos candidatos: apenas 64.500 -64.523 para ser precisos- militantes del PP van a participar en la elección del sucesor de Mariano Rajoy en el liderazgo del partido. Esta cifra dice poco en sí, pero se vuelve más sorprendente si se añade que sólo el 7,4 por ciento de los afiliados se han inscrito en el censo de votantes que se ha abierto entre la militancia.

Se trata de datos con una doble interpretación: o bien el interés que despierta la elección es mayor en la calle y en los medios de comunicación que entre los afectados o lo que muchos dan como más probable, que en la sede de Génova se ha venido mintiendo sobre la cifra de afiliados, igual que mintió sobre la contabilidad “b” o sobre los pagos en diferido a Bárcenas.

Hasta hora los responsables del Partido Popular se jactaban de contar con cerca de novecientos mil militantes lo cual le convertía en el partido con más seguidores de España y, si nos apuran un poco, de Europa. La realidad se está demostrando otra y de poco sirve que se disfrace disculpando a los que no están al corriente del pago de las cuotas o los que no se han enterado de la convocatoria.

Es decir, o votantes de escasa visión de la actualidad o militantes morosos, inducidos quizás -es mi suposición- por las noticias y sentencias que reflejan la cantidad de millones que el partido consiguió estos años a través de los corruptos procedimientos ya sobradamente conocidos. El escaso número de participantes en la elección es de arranque un dato muy negativo a la hora futura de evaluar el éxito del Congreso y el resultado de la elección.

El ingenio popular – el de la calle, claro, no el oficial – ya ha puesto en circulación algunos comentarios satíricos. Hay quien bromea diciendo que por poco concurren más candidatos que electores y quién calcula que ni siquiera la suma de familiares, amigos y compañeros con ambiciones de buena sombra de cada candidato, la cifra se habría quedado tan corta. Y hay que reconocer que es una pena que un partido tan poco dado a la democracia interna estrene primarias con tan malas perspectivas.

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