¿Me puedo permitir comprar una segunda residencia?

Segunda vivienda

¿Me puedo permitir comprar una segunda residencia?

La primera regla para saber si se puede adquirir una vivienda donde disfrutar del tiempo de ocio es que el precio no supere el cuádruple de los ingresos brutos anuales.

Casa de Playa

La crisis se llevó por delante la tendencia a tener una segunda vivienda destinada al ocio y tiempo libre, pero con la mejora de la situación económica parece que el mercado de segundas residencias se está animando. Según el IV Estudio de Casaktua la intención de comprar un inmueble para este fin ha aumentado, ya que el 18% de las personas que buscan vivienda quieren un inmueble de segunda residencia. Lo que supone ocho puntos más que en 2017.

No obstante, este portal advierte que son muchos los aspectos a valorar en el momento de adquirir una segunda vivienda, apuntando que la primera regla consiste en que el precio de la compra no supere el cuádruple de los ingresos brutos anuales.

Ni a tontas ni a locas

Además de la cuestión económica, desde el portal inmobiliario avisan que es muy habitual comprar una segunda vivienda por impulso, y advierten que no hay que dejarse llevar, por lo que proponen hacerse cinco preguntas imprescindibles antes de comprar una vivienda de estas características:

¿Por qué comprarla? Este portal inmobiliario explica que “parece una reflexión muy básica, pero, en realidad, repercutirá directamente en el dinero que se quiere gastar”. Destacando que por norma general, adquirir una segunda vivienda como inversión, es decir, con intención de recibir algún tipo de remuneración gracias al alquiler o para su venta posterior, se suele traducir en la búsqueda de inmuebles más baratos. Sin embargo, si es para disfrute propio, las calidades y el estado del inmueble se valoran mucho más.

¿En qué ubicación? “Ante esta pregunta, hay que plantearse si la situación será también de agrado en temporada baja”. Y si podrá disfrutarse no sólo durante época de vacaciones, sino también el resto del año.

¿Podrá disfrutarse con frecuencia? Está claro que si se va a elegir un inmueble para uso y disfrute es preciso calcular cuántas veces al año va a utilizarse. Y dado que “el objetivo es amortizarla, por ello, es mejor que no esté ubicada demasiado lejos de la residencia habitual, ya que, de otro modo, deberán tenerse también en cuenta los gastos extra de desplazamiento”.

¿Cabe la posibilidad de alquilarla? El alquiler vacacional es una opción que cada vez está tomando mayor presencia. El descanso y la playa están dando paso a otra tipología de vacaciones enfocadas en destinos gastronómicos, musicales, de naturaleza o multiaventura, para ir de compras o para vivir la noche. Aquí la ubicación que se elija y los servicios que rodeen a la vivienda serán clave.

¿Me lo puedo permitir? Como en una primera vivienda, hay que hacer números. Para ello, habrá que tener en cuenta, a parte del gasto hipotecario, los costes que entraña -seguros, impuestos, comunidad, costes de mantenimiento, etc.

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