La primera respuesta que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha debido responder en la sesión de control al Ejecutivo ha sido sobre su posición ante “la necesaria regulación de la gestación subrogada” según Ciudadanos y, además, si retira sus palabras sobre que “los vientres de alquiler son una forma de esclavitud”. Calvo ha comenzado valorando que se trata de “un debate de tal envergadura ética que no puede resolverse en una pregunta de sesión de control”.
La diputada de Ciudadanos Patricia Reyes ha atacado al PSOE y a la ministra de Igualdad porque su rechazo a admitir la gestación subrogada en España “insulta a muchas familias y pone en el punto de mira a niños que pueden ser víctimas de acoso en el colegio”.
Ha criticado que el PSOE funciona así por sus “prejuicios”: “No aborda el debate con seriedad porque supone un desafío para sus prejuicos, y solo puede acallarlos con dramas de países en que no se respetan los Derechos Humanos”. Ha insistido en que países como Canadá o Reino Unido ya permiten esta técnica.
Ha pedido un modelo “altruista”, para mujeres mayores de 25 años y que tengan acreditada su situación económica. Lo que menos entiendo de una ministra de Igualdad es que una mujer feminista niegue la capacidad de decidir a otras mujeres, llamándolas vientres, cosificándolas, prescindiendo de sus cerebros”, ha atacado Reyes, aludiendo a los problemas para concebir de la comunidad LGTB o de mujeres que han tenido un cáncer.
“Usted ha venido aquí a colocar unas cuantas frases, pero es un debate de una envergadura ética que no se puede rescindir a cuatro eslóganes”, ha devuelto la vicepresidenta.
Calvo ha sido contundente: “A lo que usted llama prejuicios le llamo yo derechos”, ha recriminado, citando tanto a mujeres como a menores. “Haga esta reflexión: son apenas 12 países del mundo los que lo tienen regulado, y muchos penalizado”.
La número dos de Pedro Sánchez, tradicionalmente combativa en la materia, ha recordado la diferencia entre deseos y derechos: “Entiendo bien y humanamente que haya hombres y mujeres que deseen la paternidad, pero el deseo no es el derecho, y los que sí tienen derecho son las mujeres y los niños”.
Ha defendido que el parto no puede estar separado de la gestación y rechaza la idea altruista que propone Ciudadanos: “Usted vive en el mundo maravilloso del altruismo, ese mundo en el que Portugal reguló un modelo altruista que acaba de tumbar el Tribunal Constitucional que acaba de decir que no, que los derechos de los menores están por encima”.
La ministra se remite a la decisión del Comité de Bioética español, que ha pedido prohibir la gestación subrogada porque «entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor». Ese organismo solicita, de hecho, una coalición internacional para prohibir la práctica, ya que en casos como España no se puede llevar a cabo pero sí pueden registrarse con normalidad menores que hayan sido gestados por maternidad subrogada en otros países.
