Guerra comercial: ¿Está jugando Trump con fuego por motivos electorales?

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Guerra comercial: ¿Está jugando Trump con fuego por motivos electorales?

El 6 de noviembre los estadounidenses están llamados a las urnas para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

Donald Trump, presidente de EEUU

Los mercados desayunaban ayer con la propuesta del presidente de EEUU, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a productos importados de China por valor de 200.000 millones de dólares. El movimiento fue interpretado como una escalada de tensiones que podría desembocar en la tan temida ‘guerra comercial’ entre las dos mayores economías del mundo, aunque algunos expertos consideran que el máximo mandatario estadounidense sólo está avivando una disputa exterior por motivos electorales.

“A primera vista, las disputas comerciales dirigidas por EEUU parecen estar escalando”, señala David A. Meier, economista de Julius Baer. “Evidentemente, la imposición de aranceles se está acelerando, desafiando la opinión de los mercados de que las disputas finalmente se resolverán mediante un acuerdo”.

Sin embargo, los expertos del banco suizo siguen considerando las disputas “solamente como peleas comerciales de ‘ojo por ojo’”. La razón es el “muy dudoso beneficio económico que tendrán las medidas en la reducción del déficit comercial de EEUU”, explica Meier. Muy al contrario, los aranceles de importación a bienes intermediarios aumentarán los precios de venta, debilitando a los exportadores estadounidenses.

Esta falta de razón económica parece respaldar la teoría de Julius Baer de que todos los movimientos tienen “puramente una motivación doméstica”. “Con las elecciones de término medio de noviembre acercándose, Trump mantiene el comercio exterior como un campo de juego para la política interna, ya que aumenta sus índices de aprobación”, señala Meier. El economista se refiere a la cita con las urnas que los estadounidenses tendrán el 6 de noviembre, en las que estarán en juego un tercio de los escaños del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes, ambas cámaras actualmente bajo control de los republicanos.

Sin embargo, las motivaciones electoralistas del presidente de EEUU pueden convertirse en un arma de doble filo, según destaca el analista. “Las dificultades económicas potenciales, en el caso de una guerra comercial, pueden dañar la popularidad de Trump”. “Trump sigue jugando con fuego, pero tiene pocos incentivos para encender una guerra comercial”, sentencia. Julius Baer augura de este modo que las disputas comerciales “continuarán al menos hasta noviembre, con una probabilidad considerable de un 20% de una escalada hacia una guerra comercial”.

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