El historiador Thomas Weber alerta de la amenaza de un nuevo Hitler

Política

El historiador Thomas Weber alerta de la amenaza de un nuevo Hitler

"Cuando uno busca un monstruo como Hitler en la actualidad, uno busca en los lugares incorrectos".

Adolf Hitler y Francisco Franco en Hendaya

El historiador alemán Thomas Weber advierte que es posible que en algún momento surja en la actualidad un nuevo Adolf Hitler, pero en entrevista con dpa señala el peligro de buscarlo en el lugar incorrecto. Aunque prefiere ser cauto, reconoce que en la actualidad se dan algunas condiciones similares a las que se dieron cuando el mandatario nazi se radicalizó.

«Cuando uno busca un monstruo como Hitler en la actualidad, uno busca en los lugares incorrectos. Uno se fija en los manifestantes que gritan en Dresde o en Charlottesville, en Virginia, buscando al nuevo Hitler o a la nueva amenaza al mundo liberal, pero aunque estos son terribles, no son la auténtica amenaza», destaca mencionando recientes manifestaciones de neonazis en Alemania y Estados Unidos.

«La auténtica amenaza son los que son amables, los que que hablan igual que nosotros y visten igual que nosotros, los que puede que tengan muy buenas ideas, pero sean ideas extrañas y hagan cosas horribles. Y es mucho más difícil encontrar a estas personas, porque están entre nosotros y no son los monstruos que chillan», dice el historiador, quien tras analizar las condiciones que hicieron posible el auge de Hitler, destaca lo a menudo que ve esas circunstancias en la actualidad.

Weber se encuentra en Madrid presentando su nuevo libro, «De Adolf a Hitler» (Taurus), en el que desmonta los mitos sobre una de las personas más enigmáticas de la Historia. El historiador de 44 años explica que el interés que despierta esta figura depende de varios aspectos.

«Por un lado, todos vivimos en un mundo que creó Hitler, si pensamos en ello, todos, ya sea en Alemania o en otro lugar somos pruducto de Hitler», cuenta. Además, «Hitler no es de este mundo, en (la persona de) Hitler todo se ve de forma más extrema, las condiciones humanas en extremo, y esto hace a la persona de Hitler fascinante».

«Y también creo que es porque Hitler hasta ahora ha seguido siendo un enigma», continúa. «Hay demasiados libros sobre Hitler, demasiadas películas y documentales y a pesar de ello en realidad creo que aún no entendemos a Hitler, no entendemos realmente cómo se convirtió en lo que se convirtió, de qué dependía, qué lo impulsaba».

En «De Adolf a Hitler» Weber se centra en los que él considera que fueron los años clave en la vida de Hitler que hicieron que se radicalizara, de 1918 y 1926. En su investigación presenta a un Hitler que al principio no tenía las ideas claras y se movía entre el socialismo y el antibolchevismo.

Weber señala que en realidad eso es algo que les pasó a muchos otros tras la Primera Guerra Mundial. «Tras la primera guerra mundial, la gente vuelve a su vida normal, pero su mundo normal ya no existe. (…) Buscan ahora un nuevo lugar en ese mundo», explica.

Durante esos años, finalmente Hitler se radicaliza, según la teoría de Weber a partir de la aceptación de Alemania de la derrota en la Guerra en 1919, y va adquiriento protagonismo hasta convertirse en la terrible figura conocida hoy en todo el mundo. ¿Pero habría sido todo realmente diferente sin Hitler?

«Hay que tener en cuenta que en todas partes al este del Rin y al sur de los Alpes hay una época entre guerras, con la excepción de Checoslovaquia, en la que las democracias liberales colapsan y son reemplazadas por sistemas colectivos autoritarios de derechas o izquierdas y por eso también creo que sin Hitler, el Tercer Reich se habría mantenido entre 1933 y 1941. Pero también diría que habríamos tenido un Tercer Reich diferente», opina Weber describiendo lo que cree que habría ocurrido si Hitler hubiera muerto tras llegar al poder y antes de que la Segunda Guerra Mundial empezara a torcerse para la Alemania nazi.

El historiador comenta que en ese caso, el modelo podría haber sido más parecido al franquista, es decir con unos líderes nazis que buscaran el equilibrio con los conservadores, que no desearan una guerra mundial, que fueran antisemitas, pero que no quisieran un genocidio, aclara.

«Habría habido gente igual de radicalizada que él, pero a lo mejor no habrían llevado a cabo sus ideas con la misma radicalidad», concluye.

Weber cuenta que Hitler también se fijó en la historia española y obtuvo ideas de ella. Según dice, Hitler habló durante una entrevista en 1923 con varios periodistas catalanes sobre los judíos. En la entrevista el «führer» comenta que lo mejor sería matarlos a todos, pero lamenta que no es una opción viable para algo que él consideraba un problema de Alemania. A continuación, Hitler señala que hay otra posibilidad poniendo como ejemplo la España de 1492. Según Weber, Hitler propuso que Alemania hiciese lo mismo que hiciesen los Reyes Católicos: expulsar a todos los judíos.

A este historiador Alemán, que trabaja como profesor de Historia Europea e Internacional en la Universidad de Aberdeen, Escocia, y ha dado clases en universidades estadounidenses como Harvard, Pensilvania o Chicago, le llama la atención la forma en la que tratan aún los alemanes la figura de Hitler.

«Hitler, como objeto de burla, está bien y se vende realmente bien en Alemania, pero donde tienen problemas los alemanes es a la hora de tratarla en serio. Creo que también tiene que ver con que en Alemania se teme que hablar demasiado de Hitler sea algo apologético, que se vuelva de nuevo a los años 50 y que solo se culpe a Hitler y que digamos que nosotros no somos responsables», dice.

Por el contrario, esto no le ocurre en otros países, según cuenta. Ni siquiera en Israel tienen miedo a hablar demasiado de él, destaca.

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