Supersticiones y ritos de los astronautas antes de viajar al espacio

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Supersticiones y ritos de los astronautas antes de viajar al espacio

Los astronautas tienen que cumplir una serie de ritos y supersticiones antes de partir desde el cosmódromo ruso de Baikonur hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).

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Plantar un árbol, ver una película soviética o firmar en la puerta del hotel… los astronautas tienen que cumplir una serie de ritos y supersticiones antes de partir desde el cosmódromo ruso de Baikonur hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).

También lo harán el alemán Alexander Gerst, el ruso Serguei Prokopiev y la estadounidense Serena Auñón-Chancellor cuando este miércoles se dispongan a viajar al espacio. A continuación, algunas de esas curiosas tradiciones:

PLANTAR UN ÁRBOL: Antes de despegar desde la base de Kazajistán los astronautas deben visitar el jardín del Hotel de los Cosmonautas. Todo el que vuela por primera vez desde allí planta un árbol. La tradición se remonta al cosmonauta Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio exterior. Desde su vuelo espacial de 1961 se ha creado una imponente Avenida de los Cosmonautas.

APLASTAR MONEDAS: Dos días antes del despegue, un tren traslada lentamente el cohete desde el hangar hasta la rampa de lanzamiento en la estepa kazaja. Antes de llegar a su destino, los ingenieros, técnicos y familiares de los astronautas colocan monedas en las vías para que el tren las aplaste y el vuelo tenga éxito. La tripulación no observa cómo se coloca el cohete.

AL COSMOS CON LA BENDICIÓN: Un cura ortodoxo pronuncia una oración ante el cohete cuando este ya está colocado. Después, lo rodea y lo bendice con agua bendita. Esta tradición se introdujo en los años 90, tras la caída de la Unión Soviética.

UNA TARDE DE CINE: El día anterior al lanzamiento, los astronautas difrutan juntos de una película. Pero no se trata de un taquillazo de Hollywood, sino de un clásico del cine soviético de los 70, «Beloje Solnze Pustyni» («El sol blanco del desierto»). La cinta dirigida por Vladimir Motyl es una especie de western soviético en la que no hay cohetes espaciales por ningún lado. Esta tradición la comenzó en 1973 la tripulación de la Soyuz 12, la primera que volvió a salvo del espacio tras la trágica muerte de los tres astronautas de la Soyuz 11 en 1971. Antes de despegar, los cosmonautas de la Sojuz 12 vieron esa película.

AUTÓGRAFOS: Los astronautas inmortalizan su firma en una pared del museo espacial de Baikonur y en la puerta de su habitación en el Hotel de los Cosmonautas. Está prohibido limpiar esos autógrafos, pero cuando una puerta está repleta de firmas, se cambia y se guarda para la posteridad.

MÚSICA ROCK: Para despedirse de la Tierra los astronautas reciben una buena dosis de rock soviético de los 80. Cuando la tripulación sale del hotel y sube al autobús que la lleva a la rampa de lanzamiento se escucha «Trawa U Doma» (Grass by the Home), del grupo Zemlyane, que habla de cómo se ve la Tierra desde el espacio. La agencia espacial rusa, Roscosmos, la declaró «Himno de la navegación espacial rusa» en 2009.

ORINAR EN UNA RUEDA: La costumbre dicta que antes de subir a bordo del cohete, hay que orinar en la rueda del autobús que lleva a los astronautas hasta él. Supuestamente se debe también a Yuri Gagarin, que no quiso arriesgarse a pasar por un apuro antes de su histórico vuelo de 1961. Hoy en realidad los astronautas ya no tienen que preocuparse por eso, pues llevan pañal bajo su traje espacial.

No está claro si los astronautas siguen cumpliendo en la actualidad con esta superstición o se trata de una leyenda, ya que ponerse o quitarse el traje es complicado y el ritual supone un problema para las mujeres. Pero según muchas informaciones, los hombres suelen aliviarse antes de cerrarse el traje por completo. Las mujeres al parecer llevan una botella con orina que echan en la rueda del autobús.

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