La RAE responsabiliza a las feministas de que un empresario discrimine a mujeres

La RAE responsabiliza a las feministas de que un empresario discrimine a mujeres

El perfil para consultas de la academia mete la pata al valorar que una aceitera solo pague más a hombres porque el convenio dice "trabajadores".

Silla M.

El feminismo tiene un duro hueso que pelar en la Real Academia Española (RAE): la batalla sobre cómo debe ser el lenguaje inclusivo o las discusiones acerca de términos sexistas que la academia recoge recordando su misión de reflejar el uso social de la lengua producen constantes e interesantes debates.

Pero a veces el ágora que emana de la academia genera polémicas que pueden tildarse de todo salvo de enriquecedoras. Como ejemplo, la respuesta que el perfil @RAEInforma dio ayer a una usuaria de Twitter, la actriz y activista Alicia Murillo, que citaba la noticia sobre una empresa que no paga a sus trabajadoras porque en el convenio se lee «trabajadores».

Es la absurda excusa que han usado en Aceites y Energía Santa María, cuyas empleadas llevan seis meses esperando el pago de atrasos tras firmar un nuevo convenio, según informa Cadena Ser.

Ni corta ni perezosa, la cuenta de la academia para informaciones y consultas culpó al lenguaje inclusivo de lo que no es más que una clara vulneración de derechos laborales y de discriminación por sexo con coartada esperpéntica. “Quizá la insistencia en afirmar que el masculino genérico invisibiliza a la mujer traiga consigo estas lamentables confusiones”, valoró la RAE.

Vaya, parece que la culpa de esa flagrante segregación machista ha sido de las feministas. Pobres dueños de empresas, perdidos entre tanto lenguaje inclusivo en los convenios laborales, sin saber a quién pagar el plus que se firmó hace medio año y cometiendo «lamentables» errores, puede llegar a leerse en ese tuit. Sí, es una exageración. Pero ninguna lectura deja a la RAE en buen lugar.

Actualmente solo hay ocho académicas entre las 46 sillas de las letras mayúsculas y minúsculas que limpian, fijan y dan esplendor a la lengua española. La misógina historia de la institución se ha ganado a pulso el nombre de convención de señoros.

La salida de tono nos alerta de que no solo faltan mujeres en los sillones de la RAE: también es urgente la formación feminista para su equipo de comunicación y redes. Aunque en este caso, con un poco de sentido común habría bastado.

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