Empieza el ruido de sables en el PP: Margallo declara la guerra a Santamaría

Empieza el ruido de sables en el PP: Margallo declara la guerra a Santamaría

El exministro de Exteriores abre el melón de la lucha interna, pide primarias y defiende su "simpatía" por Núñez Feijóo.

    García Margallo y Sáenz de Santamaría, en la primera legislatura de Rajoy.

    El exministro de Exteriores José Manuel García Margallo ha inaugurado por todo lo alto las declaraciones sobre el futuro del PP y de Mariano Rajoy: tras el cambio de Gobierno y con su habitual sinceridad y locuacidad para asuntos internos, el diputado popular ha reivindicado sus diferencias con Soraya Sáenz de Santamaría, hasta asegurar que hará “lo posible” para que no se convierta en portavoz del PP.

    Primero en una entrevista en Antena 3, Margallo ha calificado de “intelectualmente dóciles” a los ministros que han repetido en la segunda legislatura de Mariano Rajoy. Ha enumerado que se trata de Cristóbal Montoro, Fátima Báñez y la propia exvicepresidenta, “el resto han desaparecido, y eran, curiosamente, lo que tenían criterio propio«, ha afirmado. “Esto es el equipo de Soraya, estos son los apostólicos”, ha remachado.

    El exministro lo tiene claro: en otra conversación en La Sexta, ha defendido Rajoy debe mantenerse al frente del PP solo para conducir al partido a unas primarias. Tiene “absolutamente claro” que rechaza la técnica del ‘dedazo’ para designar un sucesor y tiene mucha más simpatía con el actual presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. Pero quiere escuchar sus propuestas.

    “Creo que Rajoy tiene un enorme prestigio en el PP, ha sido un grandísimo presidente y eso se reconocerá con el tiempo. Y debe seguir a los mandos hasta llegar al congreso extraordinario en el que los distintos candidatos expongan sus programas. El que Rajoy se fuese ahora sería una auténtica catástrofe para el PP”.

    Margallo ha defendido un periodo para que el partido “se ponga de acuerdo, para ver qué se va a discutir en el congreso del PP y que no se desboquen las aguas”. “Como decía Pío Cabanillas, no hay que abrir el circo sin saber antes qué van a hacer los payasos”, ha citado.

    «Feijóo me parece un gran gestor y magnífico candidato», ha declarado subrayando que no es momento de pronunciarse puesto que tales candidatos aún no lo son y no han expuesto sus ideas. Pero ha admitido que tiene «simpatía y química» con el presidente de la Xunta.

    Preguntado por la número dos de Rajoy, el exministro recuerda que en uno de sus libros ya ha narrado las diferencias con Sáenz de Santamaría: les separa fundamentalmente la visión sobre el problema de Cataluña, pero también el enfoque del estado del bienestar y de la financiación territorial. “Por tanto no es mi candidata, aunque respeto su trabajo, pero estratégicamente coincidimos muy poco”.

    En general, Margallo no tiene tapujos a la hora de criticar la estrategia de Rajoy y de buena parte del PP en asuntos estructurales: “Esto arranca de muy lejos, desde 2003, cuando Maragall defendía el Estatut”, explica, recordando que discrepó en los recursos judiciales del PP contra aquel documento, recurriendo artículos “que nosotros mismos defendíamos en la Comunidad Valenciana”, ha criticado.

    Defiende que debió haberse negociado una reforma constitucional pero “no fui escuchado”: “No soy partidario de la judicialización del conflicto, ahora se confunden tiempos judiciales y políticos, tenemos cuatro jurisdicciones extranjeras jugando, estamos en una complicación enorme”.

    Pero más allá de Cataluña recuerda que ha discrepado de la corriente mayoritaria del PP en asuntos como el estado del bienestar o en la revalorización de las pensiones. Rechaza el 0,25% y recuerda que siempre defendió indexarlas al IPC u otro indicador para adecuarlas a las subidas de precios.

    “No estamos en tiempo de maquillajes, estamos en un tiempo muy parecido al 77 y hay que encontrar fórmulas para más economía productiva, salarios más altos, más formación, más investigación, energía más barata”.

    Aunque pide “construir y no destruir”, Margallo critica duramente la situación del PSOE, porque ha sido apoyado en la moción por “fuerzas que quieren dinamitar el régimen del 78 y otras que quieren dinamitar España”. “Son fuerzas con diferencias tan sustanciales que tendrá muy poco margen (Pedro Sánchez), y nosotros estamos obligados a defender los principios constitucionales”, ha defendido, apostando por “una oposición firme y no altisonante”.

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