Los vaivenes de Ciudadanos sobre violencia de género y feminismo

Violencia de género

Los vaivenes de Ciudadanos sobre violencia de género y feminismo

La formación ha pasado de negar el propio concepto de violencia machista en su programa electoral a criticar la sentencia de ‘La Manada’.

Ciudadanos.

Ciudadanos busca su posición en el debate feminista y la lucha por la igualdad real. Con la polémica por la sentencia de ‘La Manada’, Albert Rivera ha terminado de desplazarse hacia posiciones antagónicas a las que defendió cuando dio el salto de Cataluña a Madrid.

La formación naranja llegó a negar el significado último del concepto “violencia de género” en la campaña para las elecciones generales: “Es innegable que hay violencia, una violencia extrema. Ciudadanos lo que propugna es equiparar la violencia tanto machista como feminista, no sé cómo llamarla, al alza, no a la baja”, explicó Carlos Pracht, en aquel momento candidato de Ciudadanos por Cantabria y actual diputado.

Aquel diciembre de 2015 Ciudadanos empantanó el debate sobre la violencia machista con un programa electoral que abogaba por entenderla como “violencia doméstica” y “acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo” de la Ley contra la Violencia de Género. El objetivo era “igualar las penas con independencia del sexo del agresor” y entender las agresiones machistas como una violencia que se produce en el seno del hogar, la ejerza quien la ejerza.

Cabe recordar que la ley española entiende hoy la violencia de género como “la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”, y “comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”

El candidato por Cantabria tuvo que hacer aquellas declaraciones al paso de la actuación de Marta Rivera, entonces número tres de la formación, en un debate electoral en TVE: “Es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que vea cómo su madre mata a su padre”, defendió, entre otras declaraciones en la línea.

Tan alejada era la postura de Ciudadanos del sentir social y del resto de formaciones mayoritarias que los naranjas se quedaron solos en su intento de reformar los artículos de la ley que permiten penas más altas a hombres que a mujeres en contextos de violencia de género, algo avalado por el Constitucional siete años antes.

La repetición de elecciones generales fue una oportunidad para rectificar: en la campaña de las generales de 2016 Ciudadanos suprimió su idea de desdibujar la violencia machista equiparándola a la «intrafamiliar».

El ADN negacionista

La realidad es que Ciudadanos trabajaba con material condicionado: cuando aún era candidato por UPyD, Toni Cantó, actual peso pesado de la formación naranja, compró aquel bulo de que “la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas”. “Y los fiscales no las persiguen. Las estadísticas son sesgadas”, defendió en su perfil de Twitter allá por 2013.

“¿Sabías que un tercio de las muertes por violencia doméstica en España son hombres?”, añadió, asegurando que “en 2010 se suicidaron en España 2.456 hombres, un total del 78.09% del total, aproximadamente el 70% de ellos estaba en proceso de separación”.

Salió en su defensa nada más y nada menos que el columnista del ABC Hermann Tertsch: “Jamás han perseguido las denuncias falsas por violencia de género que son ya una costumbre y una plaga en España. Es terrorífico”, apoyó el periodista de extrema derecha.

Feminismo, idelogía, igualdad, cuotas

En las semanas previas a la huelga feminista del 8 de marzo, los naranjas se enrocaron en negar su participación en este paro masivo femenino. Ciudadanos alegó que le molestaron las razones del movimiento feminista: “La mejor manera de luchar por la igualdad no es hacer una huelga en la que se reivindican otras cuestiones ideológicas”, criticó Inés Arrimadas, líder de la formación en Cataluña.

Dijo que ciertas reivindicaciones del movimiento 8M iban “contra el sistema capitalista” y que por tanto Ciudadanos no podía apoyar la huelga.

Cuanto más se aproximaba la huelga y más personalidades y entidades que tampoco podrían definirse como “anticapitalistas” se unían a los paros, el partido de Rivera cambió de discurso y dijo apoyar la huelga pero sin secundarla “dejando nuestros puestos de trabajo”: “Creemos que hay medidas concretas mejor que la huelga para solucionar el problema”, expresó Juan Marín, líder naranja en Andalucía.

La lucha interna de Ciudadanos respecto a su propio concepto de igualdad también tocó elementos tan centrales como las cuotas: muchos han sido los miembros del partido, mujeres y hombres, que se han afanado en negar la necesidad de introducir discriminación positiva para solucionar la infrarrepresentación de la mujer en múltiples escenarios.

«No me gusta que las mujeres tengamos que servir de relleno, ni mucho menos. No hay nada que me parezca más humillante. Meter a una mujer de relleno es lo contrario de lo que se dice pretender. Somos capaces de demostrar nosotras mismas lo que valemos», explicaba en 2015 Begoña Villacís, portavoz naranja en el Ayuntamiento de Madrid.

«Cuanto más hablemos de esto (feminismo) menos iguales vamos a ser. Y si a mí me tocase entrar alguna vez en algo para cubrir un cupo de mujeres, personalmente digo que me sentiría humillada. No quiero estar de relleno en ninguna parte», declaró en una entrevista en Jot Down.

Acción y reacción

Pero el empuje del feminismo no decrece. Ha llenado las calles en contra de la sentencia de ‘La Manada’ por condenar a los cinco acusados de violación grupal por abuso sexual en lugar de por agresión sexual.

Ciudadanos sufre ese músculo: según un análisis que este fin de semana publicaba El País, el apoyo de las mujeres al partido de Rivera se ha desplomado desde la huelga feminista. Mientras, el debate público sigue mirando a la mujer, a la falta de igualdad real, examina a fondo la empatía del sistema judicial y el goteo de asesinatos machistas no cesa.

Rivera dijo respetar la sentencia de ‘La Manada’ pero declaró que «como ciudadano y como padre» le resulta difícil entender la argumentación del tribunal navarro.

Un día más este caso copa la actualidad informativa con la triste novedad de un nuevo presunto asesinato machista. Así lo lamentaba Rivera, cuyo programa electoral negaba el concepto de violencia de género:

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