Vuelta de Bankia al ladrillo: el banco tiene una “lista de espera” de operaciones sobre la mesa

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Vuelta de Bankia al ladrillo: el banco tiene una “lista de espera” de operaciones sobre la mesa

El consejero delegado defiende que “no ha habido ningún problema real” con la integración tecnológica de BMN.

José Sevilla, consejero delegado de Bankia

Bankia cuenta con una “lista de espera” de operaciones inmobiliarias sobre la mesa, según ha destacado hoy el consejero delegado, José Sevilla, que ha recordado que desde comienzos de año la entidad se ha librado ya de las restricciones impuestas por Bruselas tras el rescate de 2012. El banquero ha descartado además que haya habido “problemas reales” en la integración de BMN y ha valorado que el FROB esperará un tiempo antes de avanzar en el proceso de privatización.

Sevilla ha aprovechado su intervención en la presentación de los resultados del banco para defender el “éxito” de la integración tecnológica de BMN, completada el pasado mes de marzo y que ha desatado quejas tanto de usuarios como de empleados por los problemas que ha provocado. El banquero ha destacado el “esfuerzo” realizado: en lo puramente logístico, con la instalación de todos los aparatos (pantallas, impresoras, teléfonos…) en todas las oficinas de BMN; y en lo que se refiere a la plantilla, con el desplazamiento de 800 empleados de la antigua Bankia para dar soporte a la integración. Tal y como ha destacado, se han dado hasta 859.000 horas de formación a los trabajadores de BMN.

En lo que se refiere específicamente a las quejas de sindicatos y clientes, Sevilla ha valorado que “cualquier proceso de integración genera nivel de incomodidad a los clientes”, pero en este caso “ha sido bajísimo” a pesar de que era 19 de marzo, muy cerca del “cierre de trimestre”. “No hemos tenido ningún problema real y la situación está completamente normalizada”, ha insistido, para añadir que la sensación es que “todo el mundo valora la integración como un éxito”.

En este primer trimestre, Bankia se ha librado al fin de las restricciones de Bruselas, que le impedían, por ejemplo, entrar en el negocio del ladrillo. Así, en el segmento de empresas, el banco ha realizado nuevas formalizaciones de crédito por valor de 3.178 millones de euros, un 14% más frente al mismo período de 2017. De esa cifra, un total de 408 millones fueron nuevas operaciones antes restringidas por el plan de reestructuración, de las que a su vez 54 millones de euros, a través de cuatro operaciones, fueron con el sector promotor.

Más allá de esa cifra, todavía modesta, Sevilla ha señalado que Bankia tiene una “lista de espera” de otras operaciones con el sector promotor, con unas 40 operaciones sobre la mesa por valor de 500 millones de euros.

Uno de los temas recurrentes en estas presentaciones es el avance de la privatización del banco por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Aunque ha recordado que la decisión corresponde al fondo de rescate, “creo que el FROB va a esperar a que la acción pueda subir de precio” antes de acometer la venta de un nuevo paquete de acciones, ha apuntado. La última venta se realizó a un precio de 4,06 euros, mientras que hoy las acciones se situaban en el entorno de los 3,6 euros, con un descenso de un 1,5% respecto a ayer. En ese sentido, Sevilla ha reflexionado que hay que tener “paciencia” para que el valor vuelva a subir.

Respecto al avance del expediente de regulación de empleo (ERE) por la integración de Bankia y BMN, que contempla unas 2.000 salidas, Sevilla ha destacado que en el mes de abril se han producido las primeras 1.180 salidas, a las que se sumarán otras 455 hasta junio. El resto (365 empleados) se completarán a lo largo de 2018. El banquero ha reconocido que “una de las complicaciones” de este proceso está siendo la distribución por áreas geográficas de los trabajadores que deben abandonar el banco. “Hemos trabajado por mitigarlo”, ha apuntado, y aunque “todavía no está cerrado […] según van avanzando las semanas el volumen del problema es más pequeño”.

Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 229 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 24,5% menos que en el mismo periodo del año anterior, por el menor resultado de operaciones financieras, el efecto de los tipos de interés en negativo y la ausencia de los extraordinarios contabilizados en los primeros meses de 2017. El banco mantiene su objetivo de superar el beneficio de 816 millones registrados el año pasado.

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